Récords para 'Schumi', título para Ferrari
El piloto alemán obtiene su 12º triunfo del año, los bólidos rojos logran la corona mundial por marcas y Alonso acaba tercero
Durante tres semanas se barajó la posibilidad de que el trazado de Hungaroring le fuera poco propicio, de que la gripe que sufrió tras el anterior Gran Premio en Alemania le alejara de su habitual óptimo estado de forma o de que alguna escudería rival se sacara de la manga una nueva evolución de motor. Pero, hoy por hoy y desde hace años, nada frena el triunfal camino de Michael Schumacher. Va embalado hacia su séptimo título, con una cadencia irresistible. Su trayectoria es de tal calibre que no resiste comparaciones con la de los mejores pilotos de todos los tiempos, que cuesta encontrar parangón con cualquiera de los números uno del deporte mundial.
En el trazado húngaro, en una carrera en que rozó la perfección, Schumi condujo a velocidad supersónica, muy lejos del resto de pilotos que, más que rivales, se constituyen en espectadores de privilegio de sus proezas. Salió el primero, se detuvo, como todos, tres veces en boxes, no pasó el menor apuro, dobló a casi todos sus rivales y cruzó la línea de meta con la majestuosidad y el gesto exultante adecuado para lo que acababa de conseguir. A saber: su 12º triunfo en los 13 grandes premios disputados esta temporada, con lo que batió el récord que estableció él mismo en 2002 y con lo que totaliza 82 victorias en su fabulosa carrera. También fue su séptima carrera ganada de forma consecutiva en un mismo Mundial, con lo que superó el récord que poseía el italiano Alberto Ascari desde 1952. Junto a Rubens Barrichello, también logró el séptimo doblete del año para Ferrari y consumó un nuevo título Mundial de marcas, el 14º, el sexto consecutivo, para la marca del cavallino rampante.
Alonso: "Sato me bloqueó un poco en la salida y eso me costó el segundo puesto"
Schumacher puede certificar su séptimo título mundial en la próxima carrera, en Spa
Schumacher no dio la menor posibilidad a sus rivales. Salió desde la pole position y apretó a fondo hasta el último instante. Marcó en varias vueltas mejores tiempos que el que le proporcionó el primer puesto de salida, gracias en buena medida al magnífico comportamiento en carrera de los neumáticos Bridgestone. Solventado el primer momento crítico, el de la salida, en la que Fernando Alonso cimentó con un sensacional acelerón su tercer puesto final, el piloto alemán no dejó resquicio para otras emociones que no fueran las de los partidarios de Ferrari. En esa maniobra de salida, en la forma en que Alonso, quinto en la parrilla de salida, dio volantazo a la derecha para rebasar a Sato y Button, quedó dibujada la clasificación final. El orden de los cinco primeros en el primer giro, en el que Button porfió sin éxito por superar de nuevo por el exterior a Alonso, permaneció hasta el final: Schumacher, Barrichello, Alonso, Montoya y Button. Además de Sato, fueron los únicos que no fueron doblados. Kimi Raikkonen tampoco pero es que el finlandés cumplió una nueva estación en su víacrucis, el de los McLaren, y abandonó a causa de un problema eléctrico tras sólo 14 vueltas.
Alonso, que se subió al podio por octava ocasión en su carrera, explicó: "Ha sido una carrera relativamente tranquila y un poco solitaria en lo que a mí respecta. He sido un poco bloqueado por Sato en la salida lo que me ha costado, sin duda, el segundo puesto. Después, simplemente he tenido que regular la ventaja respecto a Montoya. No he cometido ningún error y tampoco lo ha cometido mi equipo".
En 20 vueltas, Schumacher había relegado a más de 21 segundos a Alonso; en 26, había doblado a una decena de pilotos; en 40, se permitió doblar a Jarno Trulli. El piloto alemán actuó con el estímulo de certificar el título para Ferrari pero también con el de desquitarse de la más dolorosa derrota que se le recuerda. De eso hacía un año. Fue también en Hungaroring. Acabó el octavo, algo insólito, y además, tras haber sido doblado por Alonso. No pudo devolverle la moneda al piloto español. Pero se resarció a costa del compañero de escudería de Alonso, un Trulli que volvió a sufrir problemas y que por tercera ocasión consecutiva no pudo acabar la carrera. La imagen del Ferrari rebasando el Renault de Trulli fue otra demostración de poderío de los bólidos rojos que sólo necesitaban nueve puntos para asegurarse matemáticamente la corona.
"El título de constructores es el más importante pero vencer como lo he hecho después de la carrera que disputamos aquí el año pasado, es formidable", dijo Schumacher. Suma 120 puntos en la clasificación del Mundial de pilotos, 38 más que su más inmediato seguidor, Barrichello, y puede certificar su séptimo título Mundial en el próximo Gran Premio, el de Bélgica, el próximo día 29 en el circuito de Spa-Francorchamps.
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