_
_
_
_
Reportaje:Atenas 2004 | NATACIÓN

"Nadar con Phelps me ha perjudicado"

Olaf Wildeboer opina que el estadounidense está aislado y dice que no logrará los siete oros

Todavía no había concluido sus lamentos cuando apareció Carlos Subirana, el seleccionador español de natación, y le dijo que finalmente entraría en las semifinales. Olaf Wildeboer, de 21 años, tiene el récord español de los 200 metros libre (1m 49,17s). Sin embargo, su marca en la serie que nadó por la mañana en la piscina olímpica de Atenas fue mala. Se quedó en 1m 50,01s, mucho peor que el tiempo que le había clasificado. Fue el 17º y se quedó fuera de las semifinales. Pero luego, el alemán Jens Schreiber, que había sido octavo, decidió retirarse por problemas físicos. Y Olaf dio un salto de alegría.

¿Qué falló? Eso estaba tratando de analizar. Sin embargo, una cosa tenía clara. "Nadar en la misma serie que Michael Phelps me ha perjudicado", dijo el nadador español. "Lo habíamos hablado en varias ocasiones con mi entrenador y sabíamos que para Phelps esa no era la prueba. Por tanto no debía ser nuestro referente. Pero cuando una personalidad como él salta a la piscina acapara todas las miradas, incluso las de sus rivales". Y Olaf no fue la excepción. Phelps lideró la serie, pero nadó lento (1m 48,4s). "Fue la peor serie entre las mejores. Y aquello me hundió no sólo a mí, sino también a los demás, porque creía que estar a 1,5s de él me aseguraría las semifinales".

Más información
Los cohetes surafricanos queman a Phelps

La experiencia de nadar a tres carriles de Phelps no fue positiva para él. "Le veía bastante cerca y creía que también yo iba muy rápido. Me confié". Pero no fue así. Phelps estaba entonces reservón porque sabía que a lo largo del día debería saltar a la piscina muchas otras veces y, algunas de ellas, con mucho más compromiso. Parecía distante cuando entró en la piscina. Y Olaf confirmó que el nadador estadounidense vive casi completamente aislado del resto de nadadores. "Le vemos poquísimo", explicó el mayor de los Wildeboer. "Bueno, estos días he coincidido algunas veces con él en el comedor de la villa olímpica y parecía bastante normal. Pero cuando compites con él te das cuenta de que tiene varios círculos de protección y que le esconden incluso en el vestuario. El primero es su propio entrenador, que ya se preocupa de que siempre entrene cuando no le ve nadie. Pero además hay un grupo de personas a su alrededor que le ayudan y le aislan por completo".

Olaf confiesa que nunca ha hablado con él personalmente, a pesar de competir ahora en la misma prueba, los 200 libre. "Sin embargo, le he preguntado algunas veces a Peter van den Hoogenband cómo es y él me asegura que es un buen tío", explica. "A mí, la sensación que me da es que en el equipo estadounidense hay reticencias hacia él. Ahora mismo algunos de sus compañeros se han quejado porque le han incluido en el relevo 4x100 a pesar de que no lo hizo en los trials americanos. Pero es lógico que le den un trato preferencial".

Para Olaf competir en la prueba reina de la natación mundial, donde se encuentran rivales de la calidad de Ian Thorpe, Van Googenband, Emiliano Brembilla, Klete Keller, Michael Phelps, Grant Hackett o Simon Burnett, no es ninguna tragedia. "Al contrario. Puedes saltar a la piscina sin ninguna presión", asegura. "Cada carrera es un reto porque luchas contra los mejores del mundo. Yo no puedo nadar contra ellos, sino contra un segundo grupo al que sí puedo alcanzar".

Cuando se le pregunta si cree que Phelps conseguirá su reto de siete medallas de oro, Olaf responde que no. "No lo logrará. Fallará en los 100 metros mariposa y en los 200 libre tampoco conseguirá el oro, aunque tal vez entre en las medallas".

Wildeboer, en la ronda de clasificación.
Wildeboer, en la ronda de clasificación.GARCÍA CORDERO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_