Los fiscales piden más plantilla y tener suplentes en las vacaciones

Los fiscales se quejan de la deficiente plantilla que posee el ministerio público en Madrid y piden, al igual que ocurre con los jueces, ser sustituidos por suplentes durante los periodos vacacionales.

Los cerca de 190 fiscales que hay en la actualidad en la Comunidad de Madrid no dan abasto para cumplir todos los cometidos que les asigna la ley. Y si ya de por sí tienen problemas de plantilla durante el curso judicial, éstos se agravan aún más en verano, y especialmente en los meses de julio y agosto.

El anterior fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, denunció esta situación y cifró en al menos 50 fiscales más las necesidades de este deparmento en la región. El actual teniente fiscal del Tribunal Superior de Justicia, Pedro Martínez, confirma que hay un gran déficit de fiscales, "lo que convierte en una tarea difícil que el ministerio público pueda estar presente en todos los actos judiciales a los que está obligado por ley", asevera. Por ello, Martínez pide que los fiscales también sean sustituidos durante los periodos vacacionales, "para garantizar el normal funcionamiento de la Administración de justicia en beneficio de los ciudadanos" y evitar así situaciones como las que se producen en verano, cuando los fiscales que no están de vacaciones -en concreto, menos de 50 en este mes de agosto- tienen que hacerse cargo de los 190 juzgados de la región.

Agravios con Barcelona

"Aunque el juez sustituto no tiene igual preparación que el titular, lo cierto es que su presencia impide que el juzgado quede inactivo. Pero con los fiscales no se observa esta elemental cautela que ayudaría a que el servicio a los ciudadanos se preste con eficacia", señala Martínez, y razona: "En verano, lo que ocurre es que los fiscales que no están de vacaciones tienen que hacer el trabajo de los que se marchan, pese a que los juzgados siguen activos e incluso se celebran juicios rápidos en los juzgados de lo penal. Todo esto", concluye, "hace que el servicio se resienta considerablemente".

El teniente fiscal de Madrid afirma que mientras la labor del juez de instrucción se ciñe a dirigir las investigaciones penales, con los fiscales no ocurre igual: intervinen en la investigación y luego también en los juicios de los casos que ayudan a instruir".

Martínez advierte, por otro lado, de que existe un agravio en cuanto a medios judiciales entre Madrid -con casi tres millones de habitantes- y Barcelona -con 1,5 millones-. "Barcelona", señala Martínez, "tiene 33 juzgados de instrucción y Madrid, 50 (cuatro de ellos de muy reciente creación), cuando debería tener el doble en función de los habitantes de ambas ciudades, puesto que en Madrid hay un juzgado por cada 58.775 habitantes, y en Barcelona, uno por cada 45.572", destaca el segundo jefe de la Fiscalía del Tribunal Superior de Madrid.