Jordi Pujol critica la actitud de los que defienden "la protesta por la protesta"
El ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, afirmó ayer en el Fórum que algunos sectores de la sociedad catalana se han instalado en la cultura de "la protesta por la protesta". Pujol criticó esta actitud y señaló que "la épica de la protesta también necesita sus limitaciones". El ex presidente hizo estas afirmaciones con ocasión de su intervención en la inauguración del diálogo La riqueza ética de las naciones en el Fórum.
A juicio de Pujol, la costumbre de la protesta es una herencia de la época de la dictadura franquista. "Por aquel entonces, el país estaba muy reprimido y desarrolló esta cultura", explicó a lo largo de su intervención en el diálogo, que finaliza hoy en el Fórum. Seguidamente, matizó sus palabras y explicó que en la sociedad actual "hay espacio para la protesta, naturalmente", pero que ésta "debe encontrar un equilibrio".
Ésta fue una de las dos críticas que Jordi Pujol vertió sobre la llamada "sociedad civil". La otra la motivó la defensa que ésta hace sólo de intereses particulares. El ex presidente, sin embargo, terminó reconociendo que es legítimo que la sociedad civil defienda intereses sectoriales ya que, según él, "al final son los políticos los que tienen que ocuparse del bien común".
Pujol también quiso destacar que hace 25 años él fue "uno de los pocos" que salieron en defensa de esta sociedad civil. "Quizá ahora alguien podría acusar a mi Administración de inmiscuirse demasiado en ella", comentó. "Y quizá tenga razón", remachó.
En este sentido, el veterano político señaló que para conseguir tener una sociedad verdaderamente democrática son necesarias la interacción y la complementariedad entre la sociedad civil y la política: "Una sociedad no funciona si no tiene tanto buenos políticos como una sociedad civil que aporte confianza y cohesión". Las críticas de Pujol también se dirigieron a los líderes políticos contemporáneos, de quienes afirmó que "les falta capacidad para tomar decisiones".
Pujol centró su crítica en los políticos europeos y terminó alabando las reformas emprendidas recientemente por el canciller alemán, Gerhard Schröder, a pesar de que hayan sido muy criticadas en su país. "Alemania está en crisis, necesita reformas y Schröder ha tenido el coraje de emprenderlas", comentó.
El ex presidente del Parlament Joan Rigol desgranó su visión sobre la sociedad civil a lo largo de su intervención y alabó la construcción de una sociedad "con derechos, pero también con deberes", que mantenga "un compromiso cívico" con su entorno.
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