¿Es aburrida la fórmula 1?

Que se reunieran más de 300.000 personas en las calles de Londres para verle a él subido de nuevo en un f-1 no impresionó al ex campeón mundial Nigel Mansell. El piloto británico, ahora ya con 51 años, siguió insistiendo en sus tesis de que la fórmula 1 se ha convertido en un espectáculo aburrido y que los bólidos tienen tantas ayudas informáticas que resultan demasiado fáciles de conducir. Con 187 carreras disputadas, 32 pole positions y 31 victorias, habiendo pilotado para Lotus, Williams, Ferrari y McLaren, y con el título que ganó en 1992 como bagaje, Mansell abrió la caja de los truenos.

"Los grandes premios de F-1 son la cumbre del deporte del motor", explicó Mansell, iniciando un debate que pasó de Silverstone a Hockenheim, donde ayer se iniciaron los entrenamientos libres del Gran Premio de Alemania. "Sin embargo, cuando la gente me pregunta qué está ocurriendo con el espectáculo, no se qué responderles. No puedes defender lo indefendible". Mansell confesó que muchas veces se ha planteado no seguir viendo las carreras porque le resultan muy aburridas. "Son poco interesantes".

Cuando Mansell se subió en Londres al bólido que le prestó su amigo Eddie Jordan, descubrió lo fácil que le resultaba conducir uno de estos artefactos que aglutinan lo más sofisticado de la tecnología actual. "Cualquier piloto mediocre puede realizar una salida como la de Michael Schumacher. Sólo es cuestión de apretar un botón y dejar que el coche haga lo demás. No culpo a los pilotos. Creo que han dejado que la tecnología vaya demasiado lejos. La informática controla los cambios de marchas y evita los errores. En mi época, si fallabas en un cambio te adelantaban. Ahora, estos adelantos técnicos han matado el espíritu de las carreras".

Aunque sus declaraciones resultaron molestas, muchos pilotos piensan de forma similar. "Hay carreras muy aburridas", concuerdan Fernando Alonso, Marc Gené y Pedro De la Rosa, los tres españoles implicados en el mundo de la f-1. Basta recordar el avasallador dominio de Ferrari y de Michael Schumacher en lo que se lleva de campeonato: ha ganado 10 de las 11 carreras que se llevan disputadas. Sin embargo, el piloto alemán rechaza la idea de Mansell. "El Mundial no me parece aburrido, todo lo contrario", afirma Schumacher, seis veces campeón del mundo. "Si la gente vibra tanto con los adelantamientos es porque son escasos. Es lo mismo que ocurre en el fútbol con el gol: hay pocos y por eso se valoran tanto".

El problema de la f-1 es que desde hace ya algunos años las carreras no se deciden en la pista sino en los boxes. Las estrategias cuentan al menos tanto como las buenas manos para conducir. La última prueba se produjo hace un mes en Magny Cours, donde el alemán sólo pudo superar a Fernando Alonso cambiando su estrategia de carrera y entrando cuatro veces en boxes. Los adelantamientos no es que sean escasos, es que en muchas carreras no existen. "El año pasado el campeonato fue un tostón hasta que llegamos a Silverstone", explica Alonso. "Pero allí nos adelantamos 60 veces y la gente se quedó emocionada porque un fallo en la cronometrada de clasificación obliga a realizar remontadas espectaculares. Después el campeonato volvió a ser anodino. Sin embargo, no veo muchas soluciones para lograr que haya más adelantamientos. Tal vez, si se redujera la potencia de los frenos..., ahora frenamos casi en la curva y no dejamos espacios para el adelantamiento".

Gené, en cambio, cree que no todas las carreras son aburridas. "Si no, no se mantendrían las buenas audiencias televisivas, ni la gente pagaría lo que paga para ir a los circuitos". Lo único que debería cambiar, para el sabadellense, es la planificación de los viernes. "Los entrenamientos del viernes no inciden para nada". Para De la Rosa, en la f-1 deben haber muchos más adelantamientos. Su propuesta es que se reduzca drásticamente la carga aerodinámica y se aumente la superficie de los neumáticos en contacto con el suelo. "De esta forma podrías acercarte al coche que te precede y aprovechar el rebufo para adelantarle". De la Rosa asegura que en España la alonsomanía tapa lo aburridas que son las carreras.

En lo que hay coincidencia generalizada es en que los coches no son más fáciles de conducir. Schumacher fue ya el más rápido ayer, en la primera sesión, ante Raikkonen. Alonso, octavo.