Pareja de encanto

Un nuevo proyecto al alimón de Martirio y Chano Domínguez en torno a la copla. Los dos conocen bien el tema, en el que han trabajado repetidamente, no siempre juntos, pero sí aportando ambos sus grandes talentos para dar a un género tan propio -muy aquejado, incluso, de rémoras y tópicos que con frecuencia lo lastran- un sonido diferente, con otro encanto, con distinto ropaje.

No sorprende tanto en Martirio, que desde los inicios de su carrera ha estado más o menos ahí. Sólo en tiempos recientes la cantante se ha lanzado decididamente a abrir más el abanico de sus opciones artísticas, tocando otros géneros como el tango argentino, siempre por supuesto con la óptica personalísima que distingue todo lo suyo. En el disco que comentamos retorna de nuevo a la copla, en un tono quizá más intimista que nunca, cantando como si hablase en voz baja, como si estuviera haciéndonos confidencias de las que no pueden ni deben gritarse, pese a que en esta grabación lleva un ropaje musical de lujo, con Chano Rodríguez en formación de trío, mas big band, más la Orquesta Sinfónica de RTVE. Los temas que interpretan son todos clásicos de la canción española, con joyas imperecederas del calibre de La bien pagá, Ojos verdes, Yo soy ésa, Dicen...

Chano Domínguez es un hombre del jazz, aunque la querencia de su piano hacia la copla y el flamenco le venga también de lejos. De hecho la música que ha creado e interpreta para estas coplas suena decididamente a jazz, sobre la base de un trío rítmico convencional. Y sin embargo es una música adaptada de maravilla a lo que pudiéramos considerar cánones de la copla. En definitiva, cuantos participan en esta grabación contribuyen con su excelente trabajo a una obra de enorme singularidad, difícil de encasillar en un género concreto. Ni falta que hace, lo importante es la belleza, incuestionable, del resultado.