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Reportaje:

Kerry, en busca del voto hispano

Bush responde con un mensaje titulado 'Honor' a la ofensiva demócrata

El anuncio de televisión arranca con imágenes supuestamente conmovedoras del candidato demócrata John Kerry. Se puede ver al joven soldado Kerry, al político Kerry, al papá Kerry e incluso, gracias al arte del retoque fotográfico, al apuesto Kerry.

La voz del narrador subraya lo mismo que el montaje sugiere: "Les presentamos a un hombre de fe... un hombre de familia... un hombre de honor... un hombre para nuestra comunidad... Su nombre es John Kerry. Durante más de veinte años él ha defendido a la gente trabajadora y ha luchado para que ellos puedan realizar sus sueños... John Kerry. Como presidente, él será nuestra esperanza para un futuro mejor".

Y el anuncio culmina con la voz del protagonista en un castellano de acento oscuro y esforzado: "Soy John Kerry y he aprobado este mensahe", dice el candidato antes de gritar un atrevido "¡Sí, se puede!", la versión hispanizada del "Yes, you can!" que preside su campaña.

"Sí, se puede", afirma el candidato en un anuncio grabado en español para radio y televisión

El Partido Demócrata se ha gastado un millón de dólares en esta campaña de anuncios en televisión, radio y prensa montada exclusivamente para atraer al votante hispano. Esa cantidad invertida se somete a una doble lectura: es cierto que es más dinero de lo que invirtió Al Gore en anuncios en español durante su fallida campaña del año 2000, pero también es un porcentaje ridículo de los 180 millones de dólares que Kerry ha recaudado y ha empezado a gastar.

Los anuncios son, en cualquier caso, la demostración visual y sonora de la nueva composición social de un país en el que la primera minoría ya no es la afroamericana, sino la hispana.

Que Gore perdiera las elecciones en Florida por 537 votos se ha sometido a lecturas políticas que van desde lo patético hasta lo infortunado, pasando por lo delictivo. Pero lo que parece claro a estas alturas es que a Gore le fallaron los hispanos en Florida del mismo modo que le hicieron un favor en Nuevo México, donde ganó por solo 366 votos. En estas elecciones, uno de cada tres votantes en este Estado y 13 de cada 100 en Florida serán votantes hispanos.

A John Kerry, dicen los sociólogos, le hace falta más de un 60% del voto hispano si quiere ganar las elecciones del 2 de noviembre. Al Gore logró sólo el 62% hace cuatro años, frente a un impactante e inesperado 35% de Bush.

La última encuesta de Gallup, realizada hace un mes, revela que Kerry sólo ha logrado recopilar el apoyo del 57% del voto hispano. Los puntos que ha perdido con respecto a Gore se los ha agenciado el presidente Bush.

Para frenar esa tendencia a la baja, la campaña publicitaria de Kerry confía en obtener rentabilidad política en los Estados indecisos que pueden acabar decidiendo el nombre del ganador, entre ellos Arizona, Colorado, Florida, Nevada, Nuevo México y Ohio.

El equipo de Bush ha contraatacado con su propia campaña -en este caso bilingüe, no exclusivamente en español- y con un matiz: recuerdan que ellos han gastado 100.000 dólares más que Kerry en anuncios en español. Eso se presenta como un signo de dedicación hacia este colectivo, aunque, en realidad, el esfuerzo republicano es mucho menor porque Bush ha recaudado 35 millones más que Kerry.

El anuncio de Bush, titulado Honor, arremete contra Kerry por su supuesta falta de coherencia política. A lo largo de los últimos cuatro años, Bush ha salpicado algunos de sus discursos con frases atropelladas en un español de supervivencia, lleno de "mi amigo", "mi casa es su casa" y otras frases. Sea como sea, fuentes de su equipo de campaña se frotan las manos porque creen que Kerry "se ha dado cuenta demasiado tarde" del valor del voto hispano.

Columba, la esposa de Jeb Bush, en un acto electoral celebrado el pasado abril en Orlando.
Columba, la esposa de Jeb Bush, en un acto electoral celebrado el pasado abril en Orlando.ASSOCIATED PRESS

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