Una feliz fidelidad

Giovanni Antonini, que el pasado enero debutó al frente de la Filarmónica de Berlín, será la principal estrella invitada del Festival de Torroella. La presencia de las hermanas Katia y Marielle Labèque, la soprano Patricia Petibon y el pianista Joaquín Achúcarro animarán una variada programación que centra su oferta en la música clásica y las músicas del mundo.

Torroella se mantiene fiel a su principal seña de identidad. El festival creado y dirigido desde su primera edición por Josep Lloret nació como festival de música clásica y así quiere seguir siendo considerado en un momento en que los festivales de verano buscan nuevos públicos diversificando su oferta y combinando, en un espíritu multidisciplinar, espectáculos de estilos diferentes. "La base de nuestra programación es la música clásica e incluso cuando realizamos incursiones de forma aislada en otros territorios musicales -como las denominadas músicas del mundo- es para ofrecer conciertos que también son clásicos en sus estilos", afirma Josep Lloret.

El apoyo a los jóvenes músicos es otra constante en la trayectoria del festival, que este año vuelve a contar con la actuación de la Joven Orquesta Nacional de Catalunya (JONC) en el concierto inaugural (16 de julio), consagrado al monumental Réquiem alemán, de Johannes Brahms. El concierto, bajo la dirección de Lutz Köhker, cierra el encuentro de verano que la orquesta celebra en la localidad ampurdanesa. En la versión contarán con la soprano María Luz Martínez y el barítono Enric Martínez-Castignani como solistas y una masa coral integrada por el Cor Madrigal y Lieder Camera.

La joven soprano francesa Patricia Petibon, una intérprete en pleno ascenso internacional, protagonizará el 17 de julio una velada lírica diseñada con gusto exquisito y espíritu revelador; lejos del repertorio más trillado, Petibon, acompañada por la pianista Susan Manoff y Joël Grare (percusión), ha diseñado una muestra de la canción francesa con compositores como Poulenc, Hahn, Bizet, Chabrier, Delibes, Collet y Satie.

Desde hace tres años, el Festival de Torroella apuesta por un cotizado intérprete como principal artista invitado. Tras la violinista rusa Viktoria Mullova y el violoncheslista letón Mischa Maiski, este año apuestan por una de las figuras más activas y renovadoras del movimiento barroco, Giovanni Antonini, que dirigirá dos conciertos al frente de Il Giardino Armonico. En la primera velada (19 de agosto) contará con la joven soprano catalana Nuria Rial -una de las voces predilectas de René Jacobs que sube peldaños en la escena internacional- como solista de un programa barroco que combina arias de cuatro óperas de Haendel -Giuliu Cesare, Agrippina, Alcina y Deidamia- y varios conciertos, entre ellos, el Concierto en do mayor para flauta piccolo, cuerdas y bajo continuo RV 444 de Vivaldi, con el propio Antonini como solista.

En el segundo concierto, que clausurará el festival el 23 de agosto, Antonini contará con las hermanas Katia y Marielle Labèque como solistas de lujo. El dúo pianístico más famoso del mundo abandonará en esta ocasión sus pianos y explorarán la más delicada sonoridad de los pianofortes para interpretar con criterios de época una de las joyas del catálogo concertante de Mozart: el Concierto para dos pianofortes, KV 365. Completará el programa con obras de Carl Philip Emmanuel Bach, Luigi Boccherini y Josep Haydn, pero la experiencia más excitante de la velada será el encuentro entre las Labèque, que llevan varios años profundizando en el repertorio barroco y el clasicismo con instrumentos de época, y el inquieto e innovador Antonini.

Uno de los grandes pianistas

españoles, Joaquín Achúcarro, acudirá un año más para renovar sus estrechos lazos con un festival que lo ha visto crecer artísticamente desde sus inicios. Tocará el Concierto para piano número 1 de Chopin, en su versión original para orquesta de cuerdas, acompañado por la Orquesta de Cámara de Andorra y su concertino-director, Gerard Claret. Otra versión singular de un clásico completará el programa, La muerte y la doncella, de Franz Schubert, en un bellísimo arreglo de Gustav Mahler. Otro músico muy ligado a Torroella, el compositor Leonardo Balada -participa cada año, como Achúcarro, en sus Cursos de Interpretación Musical- estrenará una obra encargada por el festival, la Prague Sinfonietta. Su estreno correrá a cargo de la Sinfonietta Checa, dirigida por Charles McMunroe, en un concierto que tendrá al prestigioso Trío Guarnieri como solistas del Triple concierto para violín, violonchelo y piano de Beethoven.

La recuperación del patrimonio musical hispano es otra de las constantes que animan la filosofía artística de Torroella y que tiene su cita estelar en el tradicional concierto que dedican a la memoria del ex ministro socialista asesinado por ETA Ernest Lluch. En esta edición, el programa recuperará obras de la época de la Corona catalano-aragonesa, interpretadas por el grupo Speculum, dirigido por Ernesto Schmied. La programación de música clásica se completa con conciertos de la Camerata de la Filarmónica de Berlín; el Coro de Niños Tölzer, y un recital de la mezzosoprano Elena Gragera y el pianista Antón Cardó consagrado al compositor Eduardo Rincón y su Álbum de comendadoras, ciclo de 16 canciones sobre poemas de Juan Ramón Jiménez, Miguel Hernández y José Hierro.