Philip Green eleva a 13.650 millones de euros su oferta final por los almacenes británicos Marks & Spencer
El empresario Philip Green anunció ayer que está dispuesto a pagar hasta 400 peniques (seis euros) por acción en efectivo a los accionistas de Marks & Spencer para quedarse con la compañía. Ésta es la tercera, y según él última, oferta por M&S, que mejora la inicial de 340 peniques por acción y la segunda que anunció hace unos días de "por lo menos 370 peniques por acción".
La nueva oferta supone valorar la compañía por un total de 9.100 millones de libras (13.650 millones de euros), una cantidad muy similar a la que fijaron a la hora de convertir en dinero la primera oferta del empresario. El punto de inflexión en esta tercera oferta es el hecho de que Green se ofrezca a pagar todo en efectivo y el significativo anuncio del grupo de inversiones estadounidense Brandes, el mayor accionista actual de M&S con un paquete del 11,7%, de que venderán sus acciones a Green por ese precio si éste presenta una oferta formal. Sin embargo, Green condicionó esa oferta formal a que ésta reciba el apoyo previo del consejo de administración, algo que ayer no parecía ni mucho menos asegurado.
El Consejo estaba aún reunido ayer, pero el presidente no ejecutivo de M&S, Paul Myners, dio un recibimiento frío a las palabras de Green. Fuentes citadas por Reuters adelantaban que el consejo rechazará la oferta.
El mercado reaccionó con cautela. Las acciones tuvieron un apreciable salto al subir más de 20 peniques y llegar a marcar 382,75 peniques, la cotización más alta en 20 meses. Pero, significativamente, el precio no alcanzó los 400 peniques ofrecidos por Philip Green, un indicio de que los inversores temen que la operación al final no cristalice y las acciones puedan acabar cayendo si el actual consejo no endereza las ventas.
Philip Green, que ya intentó adquirir M&S en 1999, ha amasado una fortuna con los almacenes Bhs y la cadena de ropa Arcadia. Su anuncio de que opta otra vez a quedarse con Marks & Spencer ha estado rodeado de oscuras operaciones en Bolsa de las que podrían haberse beneficiado hombres de negocios que estaban al corriente de sus intenciones, entre los que se investiga al actual director general de M&S y principal opositor a la entrada de Green, Stuart Rose.
Para acabar con la crispación que empezaba a rodear a los tanteos de Green, la autoridad financiera le dio el martes un mes de plazo para adquirir M&S o renunciar a la compra. Green respondió con la oferta informal de los 400 peniques, que en declaraciones a la BBC calificó de "oferta final, final, final" que sólo superará si tiene que hacer frente a una contraoferta rival. Si no consigue convencer al consejo primero y luego a los accionistas de M&S "me iré a la playa", añadió con buen humor.
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