Los socialistas andaluces cierran filas en torno a Chaves ante las advertencias de Caballos
Dirigentes regionales ven muy complicado recomponer la situación a 14 días del congreso
La línea roja en el PSOE de Andalucía se llama Manuel Chaves y quien esté dispuesto a traspasarla deberá asumir los riesgos de situarse fuera. Esa idea trasladaban ayer dirigentes regionales y provinciales socialistas ante las advertencias de su portavoz parlamentario y líder del PSOE de Sevilla, José Caballos, al presidente andaluz para que tenga en cuenta el peso de su agrupación en el 10º Congreso Regional que se celebrará entre el 15 y el 17 de julio. Los socialistas sevillanos se esforzaron en negar ayer que hubieran planteado un "pulso", pero ésa es la idea que se ha instalado en la organización.
Los teléfonos echaban ayer humo en la sede del PSOE. Responsables de diversos niveles en el partido hicieron saber su apoyo a Manuel Chaves y trasladaron su fuerte malestar por los avisos lanzados por José Caballos al líder de los socialisas andaluces en la clausura del 36º Congreso Federal. Entre las llamadas hubo varias de destacados miembros de la agrupación de Sevilla que se sitúan en una especie de tierra de nadie. Es decir, ni próximos al núcleo duro del caballismo ni cercanos al heterogéneo grupo del sector crítico. Fueron precisamente estas voces a las que más atención prestaron los socialistas andaluces y que hicieron pronosticar a algunos que la delegación de Sevilla -la más numerosa con 120 compromisarios, el 21% del total- no llegará unida en torno a Caballos si la toma de posiciones por el reparto del poder va a más.
"Si enturbiar el éxito de Chaves y de la federación andaluza en el congreso federal; decir que a la secretaria de Igualdad, Maribel Montaño, la ha puesto Sevilla y no Chaves; afirmar que no saluda con simpatía el reparto de puestos; y decir que confía en la inteligencia de Chaves para encajar a la agrupación de Sevilla..., si decir eso no se llama un pulso no sé cómo se llama entonces", afirmó un destacado dirigente andaluz.
Las palabras de Caballos en la clausura del congreso han puesto a rodar una bola de nieve que, por el momento, aumenta de tamaño, pese a los esfuerzos realizados ayer por el secretario provincial de Sevilla, Luis Navarrete, por negar que su agrupación esté en la dinámica de lanzar un órdago a Chaves. "Ni lo hemos planteado ni vamos a plantear echar un pulso, sino que el PSOE de Sevilla por su peso órganico y electoral quiere aportar más al PSOE andaluz tanto en ideas como en personas", explicó.
La situación creada está lejos de ser un tira y afloja más propio de todos los congresos, sino que en esta ocasión se han traspasado barreras inéditas en el PSOE desde la crisis entre guerristas y renovadores de hace 10 años, a juicio de varios dirigentes. "Si Caballos cree que presionando a Chaves va a conseguir más se equivoca. Es verdad que Chaves soporta mal las crisis internas, pero no es la misma persona que la de hace 10 años y no puede ni va a perder el congreso. Tal como están las cosas va a tener que evidenciar que ha perdido Caballos", afirmó un dirigente provincial.
Los socialistas están un tanto desconcertados con la estrategia planteada por su portavoz parlamentario cara al reparto del poder orgánico en el próximo congreso, por cuanto consideran impensable que no haya medido hasta la última consecuencia de sus pasos y del riesgo de situarse en un punto de no retorno, según algunos. "Va a ser muy complicado recomponer esta situacion", pronosticó un dirigente andaluz.
"Impensable" es también la palabra que emplearon varias fuentes cuando se les inquirió por la posibilidad de que Caballos volviese a ocupar la secretaría de Política Institucional -el número tres de la ejecutiva- que eliminó Chaves para propiciar su salida como miembro electo de la dirección con el fin de sintonizar con los nuevos modos de José Luis Rodríguez Zapatero.
Según fuentes del PSOE de Sevilla y de Andalucía, Caballos estaría luchando por recuperar esa posición, con la que la mayoría de la agrupación sevillana vería reconocida su peso orgánico y electoral. "No dijo ni que no ni que sí, no tenemos un planteamiento concreto en ese sentido", afirmó Navarrete.
