El congreso de ERC da un revolcón a la dirección y mantiene el carácter asambleario del partido

El líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, convirtió su informe de gestión ante el 24º congreso del partido en el anuncio de su retorno a la primera línea política, de la que le apartó en enero la revelación de su entrevista con la cúpula de ETA. Aclamado por el millar de asistentes al congreso como el dirigente que ha convertido a Esquerra en partido de gobierno tras una escalada de éxitos electorales, Carod finalizó así su informe: "¡Volveré! Con más fuerza que nunca, por mucho que intenten evitarlo con maniobras desde fuera".

Josep Lluís Carod convierte el informe de gestión en el anuncio de su retorno a la primera línea política

Los militantes rechazan -por 628 votos frente a 498 - que el régimen de asamblea sea sustituido por el de delegados

El pulso entre Carod y Puigcercós hace que pasen de cuatro a seis el número de vicesecretarías

Carod explotó a fondo ante los militantes el hecho de haber sido objeto de lo que calificó como "el mayor linchamiento político desde 1977". Llevado a cabo mediante una campaña de "insultos, mentiras y rumores interesados propia de los regímenes fascistas". Aquella actuación abrió una grave crisis en el recién formado Gobierno tripartito de la Generalitat y le obligó a dimitir como conseller en cap, presionado por el presidente Pasqual Maragall y éste, a su vez, por José Luis Rodríguez Zapatero, quien al mismo tiempo estaba siendo atacado por la derecha debido a la alianza de los socialistas catalanes con ERC.

Pero eso no fue todo. Carod utilizó aquella crisis para lanzar un alegato contra la clase dirigente catalana. "A la primera bofetada que reciben, ya se tambalean", dijo en tono acusatorio. "¿Qué pasará el día que en el Parlament haya una mayoría partidaria de declarar la soberanía, si a los sectores políticos, económicos e intelectuales se les arruga el ombligo a la primera de cambio?", preguntó. Él mismo se dio la respuesta. "¡Con esta clase dirigente no llegaremos nunca a ese día! ¡Hemos de cambiar la clase dirigente, que controla el país en la política, la economía, la empresa!", exclamó.

Carod consideró que en realidad este cambio ha empezado ya y los éxitos políticos y electorales de Esquerra son una de sus manifestaciones. "La clave de nuestro crecimiento es la fatiga originada por el viejo modelo de los viejos partidos, que representan ciertas cúpulas bienestantes", afirmó. Frente a ellas, Carod dijo que Esquerra representa "el cambio de los agentes sociales hasta ahora protagonistas de la política" por otros agentes que representan "a los trabajadores, las clases medias, los pequeños y medianos empresarios".

Responsables del tripartito

Contra quienes en su propio partido consideran que Esquerra ha sido excesivamente generosa al facilitar el acceso de un socialista a la presidencia de la Generalitat, Carod argumentó que 23 diputados no dan para más que lo que ERC ha conseguido y recordó que "otros", es decir, Convergència i Unió (CiU) y el Partit dels Socialistes (PSC), tienen 46 y 42, respectivamente. Pese a ello, Carod reivindicó plenamente para Esquerra "toda la responsabilidad histórica" de haber hecho posible la formación del actual Gobierno de izquierdas de la Generalitat. Sin embargo, obvió recordar que esa decisión implicaba la de enviar a CiU a la oposición.

Esta decisión fue revalidada por el congreso tanto en la aprobación del informe de gestión como en la ponencia de estrategia política. Lo mismo sucedió con el voto favorable en el Congreso de los Diputados a la investidura de Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno. Carod acompañó esta defensa con una encendida reiteración de que el objetivo de ERC es "lograr un Estado propio para Cataluña". Sin embargo, añadió, "mientras estemos en el Estado español, vamos a por todas" y explicó que el apoyo al candidato del PSOE implicaba haber logrado la paralización del trasvase del Ebro, el compromiso de retorno de la documentación de la Generalitat republicana que permanece en Salamanca y, por primera vez, una defensa del catalán en la Unión Europea por parte del Gobierno de España.

Como no puede faltar nunca en los grandes momentos de Esquerra, Carod presentó también como una "esperanza" el "tímido" avance electoral logrado por el partido en la Comunidad Valenciana, las islas Baleares e incluso en la Cataluña francesa. Se comprometió a promover en las elecciones municipales y autonómicas de 2007 "una expresión única de las izquierdas nacionales" en Valencia y una mayoría de izquierdas en Baleares.