"El Fesival de Getxo ofrece jazz para mayorías"

Iñaki Saitua anima a los asistentes al Festival de Jazz de Getxo, que mañana comienza su XXVIII edición, a descubrir "buena música" en las grandes figuras y nombres poco conocidos de su programa. El éxito de Getxo, dice, se ha basado en encontrar un espacio propio entre los grandes festivales de Vitoria y San Sebastian, que se sucederán a lo largo del mes de julio.

Pregunta. ¿Su música es el jazz?

Respuesta. No. La música que me ha gustado siempre ha sido más el rock y los cantautores. Al jazz llegué por el trabajo. Ahora me gusta mucho, pero sigo oyendo otras músicas.

P. ¿Cómo ha evolucionado el festival en tres décadas?

R. Desde hace años ya se ha asentado su filosofía. Buscando nuestro propio espacio se ha conformado un festival dedicado sobre todo al jazz europeo y a la promoción de los jóvenes, con el concurso de grupos.

P. Pero las grandes figuras del cartel llegan del otro lado del Atlántico.

R. Siempre ha habido musicos americanos en el festival. Por ejemplo, para festejar el 25 aniversario, en 2001 contratamos a una figura estelar como Winton Marsalis. Siempre hemos tenido grupos vascos, del resto del Estado, y europeos. Y ahora también una figura americana [Barbara Hendricks]. Queremos cubrir todos los ámbitos.

P. ¿Por qué abundan los festivales de jazz en el País Vasco en verano y escasean las actuaciones en locales durante el resto del año?

R. Los festivales, no sólo en el País Vasco, hacen un esfuerzo por traer grandes nombres, de alto nivel, y el público responde; a lo largo del año en Bilbao funciona el club de jazz de la Bilbaína, con conciertos todas las semanas. Es verdad que no va mucha gente. Tampoco la venta de discos de jazz es muy potente. Creo que también influye la publicidad y la atención de los medios de comunicación en los festivales. Hay mucha música y músicos muy buenos, que son un reclamo. Pero también es verano, buen tiempo, ganas de salir por la noche. Lo locales con música en directo son dificiles de mantener, cuesta mucho dinero. Y hay muchas alternativas a la música en directo, como el teatro o el cine.

P. ¿Qué frutos ha dado el concurso de grupos?

R. No es fácil seguirles la pista, pero este año Barbara Hendricks viene acompañada de un grupo sueco que ganó el concurso de Getxo hace tres años. Es la respuesta a tu pregunta: un grupo que vino a buscarse la vida cuando no le conocía nadie acompaña ahora a una diva en una gira mundial. Para nosotros es un honor y un orgullo.

P. ¿Y qué aporta al festival?

R. Sobre todo, frescura. El años pasado tuivimos unos chavales rumanos de 15 y 16 años: no se llevaron premio pero demostraron que tocan muy bien. Es la sorpresa. Me gustaría que la gente que viene a los conciertos, aunque no sepa quien toca, venga con la confianza de que van a escuchar buena música. El tópico es decir que el jazz es para minorias y es elitista, pero, en general, no lo es. Nosotros traemos musica accesible, no para expertos. Getxo ofrece un jazz para mayorías.

P. La mayoría de los grupos en el concurso son centroeuropeos o escandinavos. ¿Qué pasa con el jazz del sur de Europa?

R. Sí, los últimos ganadores han sido nórdicos. Hay jazz en el sur, pero hay más tradición, más escuelas, más posibilidades -y más nivel, claro- en el norte. En general, los músicos europeos tratan de fusionar el jazz con la influencia de sus raíces. Y por su formación, los músicos de unos países y otros se mezclan. La música de jazz favorece mucho esas interacciones, se mueven.

P. En la sección Tercer milenio tocan los más jóvenes. ¿Realmente renuevan o beben de las fuentes clásicas?

R. Les oigo decir que hay que estudiar lo que han hecho los anteriores, y luego buscar su camino. Es un problema de equilibrio, cuesta encontrar un camino propio. El que más innova es el que destaca.