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Reportaje:Eurocopa 2004 | Un sueco que no se hizo el sueco

La novatada del capitán

Mellberg, que nunca había lanzado un penalti con Suecia, falló el definitivo ante Holanda

"Cuando Robben (delantero holandés) lanzó bien el suyo después de mí, todo terminó, y me fui rápidamente del terreno de juego. No podía pensar en nada, estaba vacío, mi decepción era enorme". Así habla el defensa Olof Mellberg, de 26 años, el único jugador que ha disputado todos los minutos de la fase clasificatoria para la Eurocopa de Portugal con su selección, la sueca. El único que se atrevió con el penalti definitivo ante el holandés Van der Sar. El único, en fin, que pasará a la historia por haberlo fallado.

Es Mellberg un jugador indiscutible en el conjunto dirigido mano a mano por Soderberg y Lagerback, que el sábado vivió "uno de los momentos más amargos" de su trayectoria profesional, cuando su fallo le dio la victoria a los oranje y apeó a los suyos del torneo después de haberse visto por momentos ya en las semifinales. Una noche en la que salió a relucir su única asignatura pendiente como internacional: los penaltis. Y no le tocó uno cualquiera.

Tuvo que asumir la responsabilidad por la sencilla razón de que "otros no quisieron"

El jugador del Aston Villa, que no había lanzado ninguna pena máxima con la selección absoluta, se vio obligado a intentar batir a Van der Sar porque "otros jugadores no quisieron hacerlo", tal y como reconoció ayer. Una versión que corroboró su compañero en la defensa Andreas Jakobsson al confesar que él fue uno de los jugadores que se negaron a lanzar. ¿La razón? "Porque fallé mis dos últimos lanzamientos con la selección". El último penalti que Mellberg recuerda haber tirado con el equipo nacional se remonta a las "categorías inferiores". Pero el brazalete de capitán le obligó a él como, en Holanda, obligó a Cocu, que también marró el disparo.

Seguro que Mellberg no se peleaba con el resto de los niños en su Amneharad natal para lanzar los penaltis. Lo suyo, por entonces, era el tenis, deporte que decidió abandonar a los 15 años para probar fortuna con el balón en los pies, lejos, eso sí, del punto de penalti. Tras su paso por un par de equipos menores, recaló en el AIK de Estocolmo, en el que logró su primer y único título de consideración: la Liga sueca, al mando de una defensa que sólo concedió 15 goles en 26 partidos.

Algo vio en Mellberg el Racing, donde desembarcó en 1998. Tres temporadas estuvo en Santander. Seguro que no ha olvidado una tarde en San Mamés an la que Urzaiz le volvió loco. Su periplo español finalizó con el descenso del equipo a Segunda. Ese mismo año el Aston Villa pagó ocho millones de euros por él.

Por entonces ya era un habitual de la selección absoluta, en la que había debutado en un amistoso en 2000 frente a Italia, que acabó en derrota. Desplazado a menudo a la derecha desde su posición favorita, defensa central, participó en el Mundial de 2002, donde Suecia fue eliminada por Senegal.

Esta temporada ha sido elegido "Jugador Sueco del Año" por su excelente labor en la fase de clasificación para Portugal, en la que quedaron primeros de grupo. De hecho, Mellberg marcó su primer gol como internacional en la victoria ante Polonia, el tanto que dio a su equipo el pasaporte para Lisboa, en el minuto 37, un número talismán en su carrera. Porque su único gol en Inglaterra se produjo también en ese minuto, un tanto inolvidable, el que supuso el empate ante el Manchester United que otorgaba a su equipo la cuarta plaza de la Premier y, con ella, la clasificación para la Liga de Campeones. Y que no fue de penalti.

Van der Sar despeja el penalti lanzado por Mellberg.
Van der Sar despeja el penalti lanzado por Mellberg.REUTERS

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