El certificado de nunca acabar

Al igual que los licenciados que se examinan estos días en institutos valencianos para acceder a una plaza docente de enseñanza secundaria, aquellos que piensen en esa posibilidad como salida profesional futura, todavía deberán obtener el Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP). Al menos hasta 2005-2006, ya que la implantación del TED (Título de Especialización Didáctica) previsto en la LOCE, que debería haber sustituido al CAP a partir del próximo curso, ha quedado en suspenso. Así pues, en la mayoría de las universidades valencianas se abre el 1 de julio el plazo para preinscribirse en el CAP, institutido por la Ley General de 1970 y cuyo anunciado fin se ha aplazado en ocasiones sucesivas.

El final del CAP es tan agónico como deseado. Universidades, profesores y alumnos han expresado su voluntad de cambiarlo por estar concebido más como un trámite obligatorio para acceder a una oposición que para lo que persigue en esencia. Las intentonas de cambio han sido varias. Un real decreto de 1995 reformó el CAP, que pasó a llamarse Curso de Cualificación Pedagógica (CCP) y que debería haberse implantado en 2000. Pero la LOGSE se prorrogó y con ella el CCP. La llegada del PP en 1996 pospuso el texto socialista e instauró el TED. El actual gobierno socialista, a través del real decreto de mayo pasado, establece el calendario de aplicación de la nueva ordenación del sistema educativo y "difiere" la aplicación del nuevo programa. El director general de Enseñanza de la Generalitat Valencia, Josep Vicent Felip califica la nueva regulación de "taxativa" y es obsecuente con la medida legal: "Aquí no se está experimentado con el nuevo modelo porque el Ministerio ha paralizado su aplicación". Sin embargo, en algunas comunidades como Andalucía, Canarias, Murcia, Madrid y Barcelona, se ha puesto en marcha el TED o el CCP fruto de la colaboración entre gobierno autonómico y las universidades. Con independencia del último real decreto que aplaza, entre otras medidas el nuevo CAP, Joan Cantarero, el responsable de esta materia en la Universitat de València vislumbraba la aplicación del TED como "prematura" por la tardanza del real decreto que lo regulaba, publicado en febrero. También Ángeles Martínez, directora del Instituto de Ciencias de la Educación de Alicante se refiere a "la ausencia de pasos", por parte de Consejería para llegar a tiempo. La responsable del CAP en la Universidad Jaume I de Castellón, Pilar Safont apunta que para gozar de una mayor credibilidad, el real decreto del TED debería de haberse acompañado de una financiación por la mayor duración temporal y horaria del modelo que sustituirá al CAP. Otra cosa que está por ver es sobre quién repercutirá este incremento. En opinión de Beatriz Serra, la responsable en la Politécnica de Valencia, las moratorias denotan que "los responsables políticos no le dan demasiada importancia al CAP", mientras reconoce que éste es "muy mejorable, aunque tratamos de hacerlo lo mejor posible". Todos coinciden en afirmar que el nuevo gobierno debería aprovechar el aplazamiento para "mejorar el diseño del TED, realizado sin previa consulta". "La realidad del CAP no satisface a nadie, pero la solución que se proponía tampoco y las universidades ya lo expresamos en el Consejo de Coordinación Universitaria", advierte el vicerrector de Estudios de la Universitat de València, Antonio Ariño, quien espera que se revise la filosofía del curso de los aspirantes a docentes de secundaria.