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Reportaje:FÓRUM DE BARCELONA | Diálogos y espectáculos

Familias a ritmo de 'hip-hop'

El concierto de Blackalicious congregó en perfecta armonía a niños, abuelos y 'b-boys'

Hubo ambiente Fórum en el concierto de Blackalicious el pasado viernes por la noche. Un ambiente estupendo, caldeado por un público no necesariamente adepto al grupo, que alcanzó a familias, transeúntes y curiosos que se apostaron frente al escenario de la Marina y, desde las 20.30, se deleitaron con la música de Blackalicious, la propuesta hip-hopera a la que tocó estrenar las entradas de noche al recinto. Las nuevas localidades facilitan la asistencia a los conciertos por un precio razonable. Hubo una serie de casualidades que facilitaron el éxito, pero lo importante es que, por primera vez, eso que podría llamarse ambiente Fórum se hizo realidad.

¿Qué es al ambiente Fórum aplicado a la programación musical? Es probable que cada persona tenga su idea al respecto, pero muchas coincidirían en que el Fórum no sólo ha de atraer a los aficionados naturales a la música que se programa, sino ampliar su radio de acción a las familias que visitan el recinto y que, movidas por la curiosidad, se aprestan, antes de concluir su visita, al consumo de otras ofertas de alguno de los escenarios. Eso es lo que ocurrió con Blackalicious, que al iniciar su actuación a esa hora temprana facilitó que quienes esperaban el espectáculo de bienvenida al verano se aproximaran al escenario de la Marina a ver qué pasaba allí.

El resultado fue una alegría para la vista y un motivo de orgullo para el Fórum. Allí había niños, algún abuelo, familias completas y simples curiosos conviviendo con b-boys aficionados al hip-hop que, con sus movimientos de brazos y bailes, animaban el ambiente. En suma, un espectáculo familiar apto también para aficionados exigentes. Que el público curioso tenga a su disposición música de primer nivel es uno de los éxitos que debe y puede apuntarse el Fórum.

Por supuesto que las filas familiares fueron clareando a medida que avanzaba el espectáculo. Igual que un cuadro de infantería castigado por fuego de fusilería, las gradas, al principio casi llenas, concluyeron con mucho menos público, pero entre los que se marcharon seguro que había más de un niño que por vez primera en su vida veía y escuchaba hip-hop, una finalidad que bien podría incluirse en el saneamiento cultural que el Fórum propicia.

Y lo que esos niños vieron fue un grupo optimista y divertido, sonriente y entretenido, lleno de vitalidad, que jugaba a cuatro voces y dos platos con un hip-hop soleado y bullanguero. Es la propuesta del grupo californiano, que seguramente por vez primera no actuó exclusivamente ante aficionados al género. Estupenda noticia para ellos, que tampoco tienen la estética chandalera propia de muchas bandas de hip-hop. Y especialmente noticia estupenda para un Fórum que el viernes fue lo que todos sueñan que sea: una invitación a la curiosidad.

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