Nada como un buen extremo
El holandés Robben simboliza el resurgimiento de una especie que parecía extinguida por la aparición de los carrileros
Apareció Arjen Robben y Holanda recuperó su color oranje. Figura indiscutible frente a la República Checa, tanto que se asoció su sustitución con la derrota de la selección de Dick Advocaat, resultó igualmente determinante frente a Letonia. Tres pases de gol en los dos últimos partidos le han situado en el pedestal de los extremos, una especie en extinción y que en la Eurocopa se ha revalorizado decisivamente. Eliminados los carrileros, después que Cruyff pidiera públicamente la horca para quien los inventó, los hay que ejercen como falsos volantes y otros actúan como jugadores específicos de banda, depende de la flexibilidad del manido 4-2-3-1 al que se remite la mayoría. Todos se remiten, en cualquier caso, al significado del 7 o del 11.
Overmars: "Le dije a gente del Barça que fichara a Robben, aunque juegue en mi sitio"
Gronkjaer, Petrov, Heinz, Cristiano Ronaldo, Vicente... Con ellos el juego recupera su esencia
Martin Petrov (Bulgaria) y Rubins (Letonia), por ejemplo, se han exhibido como dos buenos zurdos, tan capaces de centrar como de rematar desde una posición intermedia entre el callejón del 10 y el pasillo del 11. Heinz acostumbra a dejarse caer por la banda en la dinámica República Checa. Vicente ha revindicado la figura del extremo izquierdo por definición mientras Joaquín se ofrecía por la derecha. En la línea de la selección española se mueve también Portugal, que dispone de Figo, Simao y Cristiano Ronaldo. Pocas selecciones de despliegan por las bandas con el encanto de Dinamarca, que cuenta con Gronkjaer, Jorgensen y Rommedhal. Y, obviamente, como referente de toda la vida queda Holanda, hoy magistralmente encabezada por Robben.
Aunque se vista con el 19, Robben aparece como el extremo perfecto. Tiene el talento y el regate de Cristiano Ronaldo y, sin embargo, parece menos egoísta. Al igual que Gronkjaer y Jorgensen, se puede manejar con las dos piernas, salir hacia dentro o hacia fuera y desbordar para pasar más que centrar. Quizá porque aspira a ser tan preciso como veloz, tiene una cierta tendencia a tirar hacia el área y desequilibrar en lugar de alcanzar necesariamente el banderín de córner. Y, sobre todo, se ha convertido en el jugador que ha puesto en acción a Van Nistlerooy después que Advocaat descartara jugar con dos delantero centros y abriera las bandas a Van der Meyde y Zenden de entrada, a Overmars después y finalmente a Robben.
"A la gente del Barça ya les dije que ficharan inmediatamente a este tipo que juega en mi sitio porque es la solución para cualquier problema", sentencia siempre dicharachero Ovemars, el jugador al que Robben ha relegado al banquillo. "A sus 20 años, no se cansa de aprender", prosigue. "Trabaja y escucha". Y remacha: "Yo soy su profesor. Es un decir. Somos diferentes. Quizá yo tenga un poco más de velocidad, pero su regate es fantástico pese a ser alto (1,80 metros y 75 kilos)". "Puede ser una estrella en poco tiempo", añade Zenden. "Le va el estilo que practica nuestra selección. Es bastante más veloz de lo que parece y siempre busca la mejor jugada en el peor sitio para la defensa. Allá donde aparece hay peligro. Vamos a verle en la Premier League.
Robben jugará la próxima temporada en el Chelsea, que ha pagado cerca de 20 millones de euros al PSV Eindhoven, que le compró hace dos años por 3,9 millones al Groningen, un club del norte del país que tiene muy buena cantera y del que proceden los hermanos Koeman. "Le fichamos hace dos años porque nos pareció un futbolista con un talento natural", comenta Pedro Salazar, portavoz del PSV. "En menos de dos meses se ganó la plaza de titular y siempre ha progresado hasta que hace cuatro meses sufrió una doble lesión en el muslo", insiste. "No ha reaparecido hasta la Eurocopa y en los dos partidos que ha jugado desde la lesión ha estado formidable. Así es Robben. Ya se lo dijo Advocaat: 'lesionado o no, te vienes a la Eurocopa conmigo".
Aprende muy rápido. Desde que debutó en el VV Bedum, sólo las lesiones y un tumor benigno en los testículos detectado en agosto de 2003 le han detenido. Después de marcar 50 goles con el juvenil del Groningen, debutó en el primer equipo dirigido por Jan van Dick con sólo 16 años frente al Feyenoord. Acabado el partido, su marcador, Kees van Wondernen, sentenció: "Este niño me ha vuelto loco". Pese a que el PSV le contrató acto seguido, en el verano de 2001, Robben exigió que le dejaran un año más en el Groningen para acabar sus estudios de bachiller.
Robben llegó a meter 12 goles en 33 partidos durante la temporada 2002-2003 y su carrera era tan desenfrenada que el técnico y sus compañeros le advirtieron de que podía salirse de la calzada. Guus Hiddink, su entrenador, le recomendó: "Para ser un futbolista de verdad, estaría bien que no te tiraras tanto a la piscina ni te metieras con los árbitros". Y Kezman, el ariete del equipo, le advirtió que no llegaría muy lejos si continuaba siendo tan "egoísta". "Hiddink le corrigió", advierte Salazar. "Le insistió en la necesidad de que un buen delantero debe tener una buena vista periférica para así mejorar su pase, y hoy Robben tiene de todo: mantiene su espíritu callejero, se ha integrado al juego de equipo y su repertorio se ha vuelto más variado".
No es extraño que los lectores de Voetbal Internacional le eligieran con el 84% de los votos, frente al 48% de Sneijder y 18% de Overmars, como el jugador al que les gustaría ver como titular tras el empate inicial contra Alemania. Robben es un ejemplo del extremo moderno, capaz de jugar en las dos bandas, y muy sutil porque tiene un pase interior tan profundo como preciso es el exterior. La Premier League le aguarda excitada para que forme pareja con Gronkjaer y compita con Cristiano Ronaldo (Manchester United).
El fútbol agradece la vuelta de los extremos, de los jugadores veloces, de los buenos regateadores, aquellos que saben centrar y poner el balón igualmente para el delantero centro que para la segunda línea, porque dinamizan el partido. Puede que después de un largo tiempo en que las alineaciones comenzaban necesariamente por el doble pivote, tras largos años de mucha polivalencia, a partir de Portugal se vuelva a hablar de los especialistas, y entre ellos, los jugadores desequilibrantes por las bandas, los que remiten a la esencia del juego. En tanto que especie a proteger, en cualquier caso, no son fácilies de entender. La madre de Robben, por ejemplo, respondió de tal manera cuando le preguntaron porque su hijo había rechazado una oferta del Manchester United y otra del Madrid: "Para mi hijo hay cosas más importantes que el dinero; él llegaría a un equipo de grandes nombres y de grandes estrellas, en el que cada verano el presidente les cambia como coches de segunda mano. Eso no le interesa".
Meses después, sin embargo, se ha entregado al Chelsea del multimillonario Abramovich. La hinchada espera, sin embargo, que no haya claudicado ni acaben por domesticarle. Aguardan la palabra de extremo de Robben.
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