Barberá deja al Valencia al margen del proyecto del nuevo estadio olímpico

La candidatura al Mundial de Atletismo de 2009 ha reactivado el interés del Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat por la construcción del nuevo estadio olímpico. De hecho, la documentación que el próximo miércoles se presentará en la sede de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), en Mónaco, incluye varios bocetos de la futura instalación. El Valencia CF ha quedado al margen del proyecto, que arrancó con el objetivo de entrelazar los intereses de la ciudad y del club de Mestalla. Valencia competirá con otras cinco candidatas -tres europeas (Berlín, Bruselas y Split), una africana (Casablanca) y otra asiática (Daego)- para albergar el Campeonato del Mundo de Atletismo.

El interés de las instituciones públicas valencianas, con el Ayuntamiento a la cabeza, por organizar esa competición es enorme, de ahí que en las últimas semanas la candidatura se haya volcado en completar la documentación que solicita la IAAF a las aspirantes. Técnicos municipales han elaborado bocetos del futuro estadio olímpico, un viejo proyecto retomado por la alcaldesa Rita Barberá en vísperas de la elecciones de mayo de 2003. Entonces, la intención del Ayuntamiento era enlazar las necesidades de la ciudad con los intereses de los clubes de fútbol representativos de la ciudad, el Valencia y el Levante.

"Estamos en condiciones de ganar", afirma Juan de Dios Leal, presidente de la federación valenciana y coordinador del área de gestión de la candidatura, cuya fuerza radica en la proyección alcanzada por la ciudad en los últimos años, en su oferta hotelera, el clima y las infraestructuras. Incluso el hecho de carecer de estadio olímpico supone una ventaja, según Anacleto Jiménez, directivo de la Federación Española de Atletismo. "Valencia tiene la posibilidad de construir un recinto a medida, algo que no pueden hacer ya otras candidatas, que tendrán que tragar con los fallos que presenten sus instalaciones ya construidas".

Pulso con Bautista Soler

El interés de Rita Barberá en reactivar la construcción del estadio tiene como trasfondo el pulso que mantiene con el máximo accionista del Valencia, el constructor Bautista Soler, que nunca ha escondido su deseo de ejecutar la obra. Pero su proyecto -un campo en los cuarteles de la Alameda; dos torres flanqueando un estadio sin anillo olímpico- fue rechazado por el Consistorio, partidario de que la instalación se construya en un solar municipal de la pista de Ademuz y de ceder la explotación a una empresa privada. Esto choca con las intenciones de Soler, para quien el Valencia no debería perder patrimonio.

Después de invertir una millonada en hacerse con 71.500 de las 192.000 acciones del Valencia, Bautista Soler pretende dar un vuelco a la gestión del club de Mestalla para enjugar sus 130 millones de euros de deuda. El pulso que mantiene con Rita puede trastocar sus planes, que pasaban por recalificar Mestalla y obtener dinero para paliar la deuda y construir un campo.