"A España le pongo un 6"

Iñaki Sáez, el seleccionador español, pidió permiso para quitarse la chaqueta, se sentó, respiró hondo y confirmó, antes de que nadie se lo preguntase, que continuará en el cargo. "Entiendo que marcharse ahora sería de cobardes, lo más fácil", argumentó en su conferencia de prensa de ayer en Madrid, un día después del regreso de Portugal. "Tengo otro reto: clasificar a España para el Mundial de Alemania 2006. Creo que estoy cualificado para afrontarlo", agregó.

Tras calificarse de "ambicioso", Sáez expuso que se siente "arropado" por el "entorno" y reveló que había mantenido una reunión previa, a las nueve de la mañana, con el presidente de la federación, Ángel María Villar, en la que éste le había ratificado su confianza: "Hemos dejado las cosas claras".

"Hay que valorar por qué ha sucedido lo que ha sucedido. Es lo que voy a estudiar en estos días"

El técnico reconoció, que "el papel del equipo no ha sido el adecuado ni el que se tenía previsto". Una actuación que calificó con una nota de "6". "Lo siento por los jugadores, que tenían una gran ilusión, y por la gente que nos ha seguido a Portugal o ha visto los partidos por televisión", se excusó. También tildó la eliminación de "decepción enorme", aunque eludió calificarla de "fracaso" alegando que en el deporte no se puede aplicar ese término "porque hay dos contendientes: uno gana y otro pierde". "Depender de lo que digan los demás no es bueno en la vida. Si yo pensase que no valgo, sería el primero en marcharme", insistió.

Sáez diseccionó los tres encuentros de España y aseveró: "Sólo se falló en no marcar algún gol más y en un error de concentración en el tanto griego". Sobre la derrota ante los lusos comentó: "Fue el encuentro más duro y en el que hubo que hacer más cambios. No jugamos al nivel que esperábamos, porque nuestra idea era controlar el partido después de su ataque inicial". Y prosiguió: "En la segunda parte consiguieron su gol. Precisamente, es en esa situación de ir por detrás en la que nuestro equipo tiene menos experiencia. Pusimos más corazón y fuerza, pero...". También recordó las ocasiones falladas por Raúl, Torres, Juanito y Luque.

Reiteró Sáez que para él lo más importante es "trabajar con buen ambiente": "Estar a gusto es lo que te da fuerza. Hay un grupo de jugadores y técnicos que han depositado su confianza en mí". Así, abundó en su teoría y aseguró que el "mundo del fútbol" le apoya y le ha "elegido como seleccionador".

"Ahora hay que valorar por qué ha sucedido lo que ha sucedido. Es lo que voy a estudiar en estos días", confío Sáez, que admitió que el conjunto español "no ha jugado a su nivel".

Aunque se mostró tenso, Sáez sólo perdió los nervios cuando interpretó que se había calificado a la selección de "banda". Entonces, defendió a los futbolistas tachando esa expresión de "peyorativa".

También rechazó la idea de que algunos jugadores se hubieran quejado de que la alineación contra Portugal la hubiese hecho la prensa. "Ésas son preguntas sospechosas", replicó para explicar después: "Puede que a veces el seleccionador coincida en su lista con los medios de comunicación". Más tarde, pidió disculpas por haber elevado el tono de voz y precisó que no se siente "maltratado" siempre y cuando "las críticas sean profesionales, no personales".

Sáez renovó su contrato en los días previos a la gran cita portuguesa, pero no llegó a estampar su firma en el documento preceptivo: "Es mi estilo. Con mi palabra es bastante. No necesito rubricar nada", advirtió. "Creo que mi continuidad se decidió en el momento adecuado", sostuvo a continuación.

El 19 de agosto España jugará un amistoso contra Venezuela en Las Palmas. Y el 8 de septiembre, en Sarajevo, ante Bosnia, emprenderá su andadura clasificatoria para el Mundial germano.