Dos detenidos por disparar a un autobús que volvía de una discoteca en Castellón

La Guardia Civil ha detenido a dos jóvenes de 20 y 23 años, vecinos de Vila-real, por el tiroteo de un autobús que regresaba de una discoteca la mañana del pasado domingo en Castellón. Uno de los detenidos es acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa, otro de lesiones y otro de tenencia ilícita de armas, mientras que al segundo se le acusa de cómplice. En el incidente resultaron heridos leves dos de los jóvenes que viajaban en el autobús, que regresaba de Pirámide, una macrodiscoteca de la localidad de Cabanes, a unos 27 kilómetros de la capital.

Ambos detenidos tienen antecedentes policiales. El primero, E. R. C., de 20 años, por sustraer un vehículo en Burriana. El segundo, A. J. S. V., por un delito contra la salud pública cometido en Jaén. Los agentes mantienen la operación abierta y no descartan nuevas detenciones, ya que el autor material del disparo huyó del lugar en un Opel Astra de color negro, acompañado por otras dos personas. La Guardia Civil no ha localizado, de momento, el arma con la que se efectuaron los disparos. Por ello, ambos detenidos permanecían ayer en la comandancia de la Guardia Civil y hoy serán puestos a disposición del juzgado.

La detención se produjo la noche del domingo, horas después del altercado. El ataque al vehículo, poco después de las ocho de la mañana, tuvo su origen en una disputa que mantuvo el presunto agresor con alguno de los ocupantes del autobús, que recorre diversas rutas de madrugada desde la discoteca hasta distintos municipios de Castellón. A la altura del término municipal de Borriol, el autobús fue tiroteado por un grupo de jóvenes cuyos vehículos estaban parados en el arcén. Una bala impactó en una de las ventanillas laterales de la parte posterior del autobús y la rotura del cristal causó heridas en dos jóvenes de 18 y 19 años, vecinos de Burriana. Uno de ellos fue dado de alta el mismo domingo, mientras el otro abandonó ayer el hospital. La madre de uno de los heridos explicó ayer a la cadena SER que el grupo de personas que se encontraba en el arcén hizo parar el autobús. Al negarse el conductor a abrir las puertas, la emprendieron a "patadas y puñetazos", según le explicó su hijo. Fue en ese momento cuando el joven de 19 se levantó para observar lo que ocurría y se produjo el disparo que "le pasó rozando por debajo de la oreja".