Xabi Alonso, fuera de onda

Portugal llegó al partido con más goles (3-2), más remates (34-24) y más disparos a puerta (14-6) que la selección española. El protagonismo del equipo de Scolari se mantuvo durante un buen tramo del encuentro frente al de Sáez, que sólo reaccionó con el marcador en contra. El juego por los extremos y las combinaciones interiores, aspectos en los que ambas selecciones competían en igualdad, tampoco favorecieron a los españoles. Pese a tener piezas de recambio para cada puesto, el equipo de Sáez acabó en el campo con un solo central y un zurdo como Luque de extremo derecho, circunstancias que hablan de su fútbol a contracorriente, exigido por el marcador, después de no saber imponer su mejor calidad ni tampoco el ritmo de juego.

- Casillas. Al inicio jugó más de libre que de portero ante las cesiones reiteradas de sus defensas y volantes. Preocupante su reacción en los centros cruzados, sobre todo en una fallida salida frente a Cristiano Ronaldo, que cabeceó fuera. El gol pareció más un acierto de Nuno Gomes que un error del guardameta. Posteriormente tuvo un par de intervenciones de mérito y vivió en suspense continuo el último tramo por la sustitución de un central por un delantero.

- Puyol. Tuvo buen cuidado de Cristiano Ronaldo y, en cambio, Figo le complicó más la vida cuando los extremos portugueses se intercambiaron las posiciones a las primeras de cambio. El madridista le desbordó dos veces consecutivas. El azulgrana no se espantó y acabó por afianzarse hasta que cargó con una tarjeta.

- Juanito. Muy contundente, especialmente bien en el juego aéreo, en defensa y en ataque, a la salida de los córners, en un primer tiempo de mérito. La presión portuguesa sobre los medios le obligó a salir con la pelota, faceta en la que no es un especialista y optó por el zapatazo a la banda. Tuvo más problemas en el segundo tiempo y no logró tapar a Nuno Gomes en el gol. Fue sustituido cuando Sáez sintió necesidad de cargar a la delantera.

- Helguera. No tuvo la presencia que se le exige en el partido. Estuvo más pendiente de acudir a las ayudas de los laterales que de organizar el juego defensivo. Más que dominar el partido jugó muy pendiente de la pelota y pesó poco tanto en la contención como en la elaboración.

- Raúl Bravo. Muy exigido de punta a punta de partido, especialmente por Cristiano Ronaldo, que le mareó. Acelerado, descontrolado y desbordado, perdió la posición y se obsesionó con marcas individuales como si fueran una cuestión de honor. La velocidad le permitió corregir alguno de sus errores y salvar un gol después que Casillas ya estuviera batido.

- Joaquín. Oxigenó el juego con un par de quiebros y corrió más hacia su área que a la rival. No le ayudó para nada que mientras estuvo en el campo, la selección española apenas tuviera la pelota. Fue sustituido por Luque.

- Xabi Alonso. No entró en juego hasta después del descanso. No encontraba el sitio, ni tiraba la línea de pase, ni activó a los extremos ni tampoco a los delanteros. Destemplado y fuera de onda. No había jugado un mal partido en la selección y ayer, en cambio, fue incapaz de conectar al equipo. Espabiló en el segundo tiempo con una asistencia magistral a Torres. A la que el partido se rompió, perdió nuevamente capacidad para intervenir.

- Albelda. A los siete minutos ya cargó con una tarjeta que le supondrá un partido de sanción. Pareció espantarse por el absentismo de Xabi Alonso y corrió más que jugó. Fue sustituido por Baraja después del gol de Nuno Gomes.

- Vicente. Ha perdido fondo, le cuesta más desbordar y llegar al córner y, sin embargo, continúa poniendo los mejores centros. Nunca se escondió y se ofreció siempre como solución en las jugadas de ataque. En el momento en que el partido se tornó barroco, perdió protagonismo, y le defendieron dos contra uno.

- Raúl. Inteligente, buscó a Fernando Torres en el arranque, cuando el ariete era el protagonista, y después tocó para Vicente. Hábil en la prolongación de la jugada a un toque. Le faltó suerte a la hora de conectar con el remate y nuevamente estuvo horroroso en un cabezazo muy franco que era gol o gol. La falta de gol precisamente ha rebajado su protagonismo. Una de sus peores temporadas.

- Fernando Torres. Muy bravo en el inicio de partido cuando no había noticias de la selección española, salvo de su delantero centro, que defendió la pelota y la jugada hasta las últimas consecuencias. Remitió su aportación con el transcurso del partido. Le cuesta tirar paredes y combinar porque jamás juega de primera sino que convierte cada acción en su jugada. Remató al palo un pase magistral de Xabi Alonso.

- Baraja. Ayudó al equipo a irse arriba en busca del gol, pero tampoco encontró posiciones de remate cómodas, como demandaba Iñaki Sáez.

- Luque. Quedó volcado a la banda derecha, siendo un zurdo. No acertó en un remate que le pilló mal puesto, en la otra banda, y la defensa tuvo tiempo para sacar la pelota. No pareció demasiado cómodo.

- Morientes. Apenas tuvo tiempo para intervenir y la aglomeración de jugadores en el área le restó protagonismo