"Habrá conflictos serios si siguen desmantelando lo público"
El reelegido secretario general de Comisiones Obreras del País Valenciano, Joan Sifre, advierte de que "habrá conflictos serios si se avanza en el desmantelamiento de lo público" y apunta que la diferencia de color político en el Gobierno central y en la Generalitat está generando un efecto negativo. "La Generalitat ha iniciado un camino que a la larga no sé si tendrá mucha salida", dice. "Convertirse en un lobby de agraviados frente a Madrid no creo que sea la postura más inteligente, entre otras cosas porque tienen mucho que perder cuando no se han asumido determinadas corresponsabilidades".
Acaba de ser reelegido para la que será su tercera y última etapa al frente de CC OO-PV. Joan Sifre (Alzira, 1949) apuesta por un sindicalismo más "proactivo" y critica la ausencia del Consell en un momento complicado.
Pregunta. Tras ocho años, en el congreso de la semana pasada se ha integrado a todas las corrientes del sindicato en cargos de responsabilidad. ¿Qué lo ha permitido?
Respuesta.En el congreso no se ha llegado a ningún pacto relativo a lo que se pide respecto a asumir responsabilidades. Eso es una competencia del secretario general. Lo que ha cambiado es que en estos cuatro años ha habido una actitud por todas las partes de acercamiento, de tratar las cosas con inteligencia y eso ha facilitado una salida diferente a la que se ha producido en otros congresos.
P. ¿Cuándo se concretará la nueva ejecutiva?
R. A principios de julio.
P.¿Cuántas mujeres tendrán una secretaría?
R.Seis o siete
P. A tenor de lo que comentó en la clausura del congreso, la paridad en el seno del sindicato es aún más una intención que una realidad
R.Creo que se ha ido avanzando aunque habría deseado un mayor avance.
P. Hubo una candidatura de mujeres que no se hizo pública. ¿Qué lección saca?
R. Lo comenté públicamente porque aunque la candidatura no tenía la pretensión de figurar como tal, fue un elemento más de debate congresual que las mujeres reivindicaran no sólo la participación en los órganos, sino el reconocimiento de su capacidad para estar en ellos. Sin una voluntad fuerte de quienes somos dirección no se podrá reconducir una realidad sociológica, cultural e interesada de predominio masculino en estas organizaciones, muy democráticas pero en las que a veces falta sensibilidad para dar participación a otra composición.
P.Puede explicar su apuesta por un modelo de negociación que permita influir más en las decisiones empresariales
R.De la misma manera que es una mala negociación la que se limita a aplicar decisiones que han tomado otros o sus consecuencias, la participación ha de ser desde el diseño de las iniciativas y estrategias empresariales. La empresa no es sólo el capital, sino también el trabajo.
P. ¿Qué balance haría del diálogo con el Consell un año después?
R. Diálogo sí, negociación ninguna. La capacidad de tener interlocución, incluso fluida, se mantiene. Son los mínimos de buena educación. Pero prácticamente desde el primer relevo que se hizo de Zaplana por José Luis Olivas se inició un periodo muy gris donde no hay iniciativas por parte del Consell. Las elecciones municipales, los cien días al nuevo Consell, después las elecciones generales, las europeas. Ahora vendrá el verano y esto es una ausencia hecha sistema. Creo que el Consell tiene una responsabilidad pública clara. Hay un proceso de adaptación del Pavace pendiente y una situación en los sectores que no es boyante. No se puede mantener esta ausencia. Tengo la impresión de que quieren dejar pasar el tiempo y para nosotros la participación institucional no es una cuestión de concesión graciosa. Nos la hemos ganado. CC OO-PV no va a dejar esa posibilidad dormir el sueño de los justos.
P. La comisión de seguimiento del Pavace acordó en marzo revisar los planes de competitividad de los sectores tradicionales. ¿Se ha hecho algo?
R.Tengo la impresión de que no. Se comprometieron una serie de comisiones específicas para abordar determinados temas que no se han constituido.
P. ¿El Consell se toma en serio la crisis industrial?
R.La actitud que veo es de negar la mayor. Entiendo que a veces, incluso nosotros lo defendemos, no hay que ser alarmistas. La situación no es de ahora y no es imputable a los que están ahora, ya que venimos denunciando los cambios en los sectores desde hace más de 20 años. Pero determinadas reflexiones se han de hacer y hay que actuar.
P. ¿Se puede hacer algo frente a cuestiones como la deslocalización?
R.Depende de una opción básica sobre el modelo de competitividad de los sectores. Competir vía precio es una opción sin futuro. Tenemos una estructura empresarial de escasa dimensión y eso condiciona estrategias. Hace más de 20 años que eso es cierto. ¿Por qué no se impulsa desde los poderes públicos y las propias organizaciones empresariales la cooperación de empresas?. Hay iniciativas siempre y cuando la Generalitat no piense que el mundo de la empresa ha de funcionar por él mismo. El sistema productivo al final es bienestar y calidad de vida y, por tanto, es una responsabilidad pública también.
P. ¿Qué papel tiene el movimiento sindical ante el panorama industrial actual?
R. Por vía de negociación y reivindicación, tenemos un amplio papel. Y que nadie se equivoque: vamos a ejercer esa doble función.
P.¿Cree, en cualquier caso, que CC OO-PV es suficientemente beligerante en este contexto?
R. Hemos practicado una vía, entiendo que inteligente, de propuesta, de negociación y de acuerdo porque creemos que es lo más positivo para un cambio en profundidad. En algunos casos, ante iniciativas de reforma unilateral, hemos actuado con la reivindicación y estamos dispuestos a hacerlo a nivel autonómico.
P. ¿Cómo cree que afectará a la Comunidad Valenciana la diferencia de signo entre el Gobierno y el Consell?
R.Está afectando negativamente. La Generalitat ha iniciado un camino que a la larga no sé si tendrá mucha salida. Convertirse en un lobby de agraviados frente a Madrid no creo que sea la postura más inteligente, entre otras cosas porque tienen mucho que perder cuando no se han asumido determinadas corresponsabilidades. Piden responsabilidad para poder ejercer el gasto pero, por ejemplo, la responsabilidad respecto a los ingresos no la han mantenido. La corresponsabilidad fiscal significa que tú controlas parte del gasto y del ingreso. Los presupuestos son clamorosos. Se hinchan los ingresos para cuadrar las cuentas públicas, se facilita la capacidad de endeudamiento de las empresas para disfrazar y diferir la deuda y seguramente una generación al menos está hipotecada ya. Al final eso se paga. Eso puede significar que no se pueda avanzar mucho más en la filosofía de la iniciativa privada para asumir determinados compromisos públicos sin llegar a conflictos. Advertimos de que habrá conflictos serios si se avanza en el desmantelamiento de lo público.
P.Hace meses firmaron con el Consell y la patronal y sin UGT-PV el plan contra las muertes en el trabajo. ¿Ha afectado a la unidad de acción?
R.Para nosotros el acuerdo es importante porque da relevancia preventiva a cuestiones que no la tenían. UGT-PV dijo que no y además dijo incluso alguna cosa insultante. Creemos que se extralimitaron. La unidad de acción no depende de estados de ánimo o coyunturas, es una cuestión que piden los trabajadores, siempre defendiendo la autonomía de las decisiones. Haremos un esfuerzo de unidad sin desviarnos de los objetivos de la organización y sin dejarnos llevar por otros ritmos.
P. ¿Qué se ha hecho para desarrollar ese plan?
R. Se han constituido grupos para los cuatro temas comprometidos y se empieza a trabajar.
P.Afronta su última etapa al frente de CC OO-PV, que es un hecho estatutario
R. No sólo estatutario sino que sería una condición sine quanon. Quería dejarlo porque creo que los relevos en las organizaciones son importantes. Seguramente es discutible porque la limitación de mandatos siempre es un poco artificiosa. Frente a la inercia de continuar, y siempre encontrar razones para continuar, una manera de no buscar razones es una limitación estaturaria.
P. ¿Son cuatro años para, entre otras cosas, preparar un relevo?
R. No, son cuatro años para trabajar por la organización.
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