El fiscal general justifica la elección de Bermejo por su experiencia

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, defendió ayer en Barcelona la propuesta que hizo el pasado martes para que el Consejo de Ministros nombrase ayer nuevo fiscal de sala, jefe de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, a Mariano Fernández Bermejo, ex fiscal jefe de Madrid, al considerar que era el mejor candidato de los tres posibles, pese a que no fue el más votado por el Consejo Fiscal.

Conde-Pumpido admitió que la propuesta de Fernández Bermejo, enfrentado al anterior ministro de Justicia, José María Michavila, había generado polémica en la carrera fiscal y en el Partido Popular, pero precisó que no quería pronunciarse hasta que no lo nombrase el Consejo de Ministros. Y así lo hizo ayer en Barcelona, donde había acudido para clausurar unas jornadas sobre delito fiscal. El fiscal recordó que la ley y la jurisprudencia del Tribunal Supremo le amparan para proponer, una vez oído el Consejo Fiscal, "al fiscal que estime más apropiado para el cargo, pero no al que haya obtenido más apoyos asociativos". Del mismo modo, Conde-Pumpido advirtió: "No haré dejación de mi responsabilidad para nombrar a los fiscales que considere con más experiencia y valía profesional".

Fernández Bermejo, próximo al PSOE y candidato respaldado por la Unión Progresista de Fiscales (UPF), obtuvo cuatro votos en el Consejo Fiscal, mientras que Fernando Herrero Tejedor, candidato de la mayoritaria Asociación de Fiscales, obtuvo cinco sufragios. El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Jorge Sena, logró tres votos.

"Magníficos candidatos"

Conde-Pumpido afirmó que los tres eran "magníficos candidatos", pero explicó que si optó por Fernández Bermejo es porque reunía dos cualidades que no tenían los otros. Una es que había estado al frente de una gran fiscalía, como la de Madrid, "la más compleja de España junto a la de Barcelona", dijo Conde-Pumpido, y la segunda cualidad era su especialización y experiencia porque era el único que había formado parte de la Sala de lo Contencioso-Administrativo. Al margen de estas consideraciones, el fiscal general afirmó que propuso a Fernández Bermejo "porque quería contar con un fiscal con experiencia en la junta de fiscales de sala". Fernández Bermejo fue relevado por el Gobierno de José María Aznar tras una guerra de declaraciones públicas con el ministro de Justicia de la época, José María Michavila, por la falta de medios para la puesta en marcha de los juicios rápidos.

Por otra parte, Conde-Pumpido consideró "muy fundada" la propuesta del fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, de que las diligencias de investigación de los fiscales, reguladas en el artículo 5 de su estatuto, sean declaradas secretas cuando se ponga en peligro su finalidad si las saben el investigado o su abogado. El fiscal afirmó que conocía esa propuesta expresada en la memoria del fiscal Anticorrupción, pero recordó que requiere una reforma legislativa y por ello no hizo más comentarios.

En Madrid, la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, también respaldó el nombramiento de Fernández Bermejo, del que dijo que es un "magnífico profesional". Añadió que el ex fiscal jefe de Madrid había tenido "apoyos" en el Consejo Fiscal, "lo que no ha sucedido con otros fiscales nombrados en otros tiempos", en referencia a los nombramientos del anterior fiscal general, Jesús Cardenal.