La dirección de IU refuerza a Llamazares para liderar la reforma

"Me siento fortalecido y reforzado". Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, recibió ayer el respaldo del 71% de la presidencia, el órgano ejecutivo, para continuar al frente de la federación al menos hasta la asamblea extraordinaria, en diciembre. El debate fue duro, hubo varias peticiones de dimisión desde el sector crítico, pero la mayoría que dirige IU dejó claro que Llamazares seguirá. Francisco Frutos, su máximo rival, sólo arrastró 6 votos de abstención. Y Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba, y el nombre que muchos barajan para salir de la crisis, ni siquiera acudió.

Un resultado aún mejor de lo esperado para Llamazares. 37 votos a favor de su informe, 9 en contra (los del sector crítico más a la izquierda de la federación) y 6 abstenciones, la de Frutos y sus fieles. En la presidencia, donde están los coordinadores generales, principal aval del líder de IU, cuenta con un cómodo respaldo.

Dentro de pocos días, el 26 de junio, se producirá el debate y votación en el Consejo Político Federal, el máximo órgano. Allí, la mayoría de Llamazares no es tan amplia, aunque sí suficiente. En la última votación, la del candidato a las europeas, Willy Meyer obtuvo un rechazo del 42%.

La mayoría que dirige Llamazares ha llegado a una conclusión clara: la salida de IU de la crisis no pasa por la dimisión del coordinador -"no creo que yo sea el problema de IU, si pensara eso me iría tranquilo", dijo-, la federación atraviesa una grave dificultad, pero "no una situación dramática ni un estado de excepción", según las palabras del líder. "No estamos en un pozo, sino en un bache", insistió.

La solución, según esta mayoría, pasa por continuar con los cambios hacia el ecosocialismo, en la senda marcada por Iniciativa per Catalunya, truncados en la pasada asamblea por la oposición de Frutos y el sector crítico. Por eso ya no habrá pactos para buscar una asamblea de unidad. La prioridad está en los cambios.

El debate de cuatro horas entre los principales dirigentes de la federación dejó claro cuál es el ambiente en IU: mucha preocupación, bastante tensión, e incluso enfrentamientos personales. Hasta tres veces interrumpió Frutos el discurso de Felipe Alcaraz, hombre fuerte de Andalucía, al que llamó mentiroso. El andaluz, hasta hace poco aliado del secretario general del PCE, sostuvo que el enfrentamiento de Frutos con Llamazares comenzó cuando éste le negó la posibilidad de ser candidato a las europeas, algo que se daba por hecho y el propio Alcaraz apoyaba.

Frutos está viendo cómo se enfrentan a él sus aliados más firmes hasta hace poco. De hecho, sus dos representantes en la comisión que negoció el pacto con Llamazares en la última asamblea, llamada "de la unidad", están ya en el otro bando: Willy Meyer y Javier Alcázar.

Alcaraz, con su habitual gracejo, descalificó ayer a Frutos por criticar constantemente al coordinador: "Cuando un pollo pica a una gallina, le hace sangre. Y luego van todos los demás pollos y pican la sangre. Al final, la gallina camina, pero está hueca y muerta por dentro".

Frutos no cree que Llamazares pueda seguir, porque ha dejado a IU "destartalada". Él se descarta "al 100%" para relevarle, pero aún no ha encontrado una alternativa. "Hay que buscarla, IU tiene muchos dirigentes", señala. Por eso ayer, mientras algunos críticos pedían la dimisión de Llamazares, él propuso crear una gestora. Ninguna de las dos ideas fue ni siquiera votada.

La polémica interna sigue, pero la dimisión del coordinador parece descartada. La ausencia ayer de Rosa Aguilar fue interpretada como una demostración clara de algo que ya se sabía: la cordobesa no está interesada, al menos de momento, en hacerse cargo de IU.

El documento aprobado, aunque no deja clara la salida de la crisis, sí identifica algunas causas. 1) La"americanización de la política", que lleva necesariamente al bipartidismo. 2) El "silencio informativo de la sociedad civil crítica". 3) La pérdida de capacidad innovadora. 4) El permanente conflicto interno, y el "alejamiento progresivo" de los debates internos "de la realidad que preocupa a la base social de IU". 5) La "recurrente actualidad de nuestras relaciones con el PSOE como un elemento de permanente distorsión de nuestro espacio".