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Reportaje:

Una secuestro 'a la mexicana'

Un hombre es retenido durante dos días por un matrimonio que quería robarle sus pertenencias

F. Javier Barroso

Lo que se preveía como una cita se convirtió en una pesadilla. O en un secuestro conocido como a la mexicana. Un hombre fue liberado ayer por agentes de la comisaría de Ciudad Lineal después de que un matrimonio le mantuviera secuestrado durante dos días e intentaran hacer diversos reintegros con sus tarjetas de crédito en cajeros automáticos. La llamada de un ciudadano anónimo permitió que los policías detuvieran a los supuestos autores, según informó la Jefatura Superior.

La víctima, cuyo nombre no fue facilitado para preservar su intimidad, quedó el pasado miércoles con la mujer, María Galaxia Garrido García, de 41 años. Según el relato que ofreció a la policía, sobre las ocho de la tarde estaba dentro del vehículo con su cita cuando, por causas aún no determinadas, se quedó dormido. Supuestamente, la mujer le suministró un somnífero cuando fueron a beber algo o le hizo inhalar alguna sustancia.

La pareja de captores amenazó con pedir 12.000 euros a los padres de la víctima

Cuando se despertó, completamente desorientado, un hombre, Miguel Ángel Bravo Vaz, de 43 años, estaba sentado en el asiento del conductor. A partir de ahí, comenzó el suplicio del secuestrado, ya que fue golpeado en numerosas ocasiones. Además, sus captores le amenazaron de muerte si no les daba todos los objetos de valor que llevaba. Para ello le pusieron un cuchillo en el cuello. También le sustrajeron las tarjetas de crédito. Con ellas intentaron efectuar diversos reintegros en cajeros de la capital, pero no lo consiguieron. Desconocían el número secreto de las tarjetas y su víctima se negó a dárselo en numerosas ocasiones. Para obtenerlo, amenazaron con continuar el secuestro y pedir un rescate a sus padres de unos 12.000 euros, según fuentes policiales.

Los secuestradores ataron a este hombre que estaba en el asiento delantero derecho: la muñeca derecha fue anudada con un cinturón al cuello y al reposacabezas del copiloto. Con cinta adhesiva le aprisionaron el tronco al asiento para que no se moviera. Con la misma cinta le taparon los ojos para que no viera nada de lo que estaba ocurriendo.

La rara historia de este secuestro terminó sobre las tres de la madrugada de ayer en la calle de Ricardo Ortiz, en el distrito de Ciudad Lineal, gracias a un vecino que se percató de que el matrimonio estaba intentando robar un coche. Cuando llegaron los agentes se dieron cuenta de que en el interior de otro coche estaban tres personas, una de las cuales (la víctima) estaba amordazada y con los ojos tapados.

Los policías intentaron abrir las puertas, pero estaban con el seguro echado, por lo que pidieron que salieran sus ocupantes. El matrimonio hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes. En ese momento, Miguel Ángel Bravo arrancó el coche marcha atrás, haciendo bruscos movimientos, intentó atropellar a los dos policías. Ambos tuvieron que tirarse al suelo para no ser arrollados.

Al final, el turismo chocó con otros vehículos que estaban estacionados en las inmediaciones. El coche quedó visiblemente dañado. Los presuntos captores intentaron huir a la carrera del lugar, pero los policías les dieron alcance. Eso sí, emplearon gran violencia, por lo que los policías tuvieron que emplearse a fondo. Les decomisaron el cuchillo y 120 euros.

Miguel Ángel Bravo ha sido detenido en 10 ocasiones por homicidio doloso, tenencia ilícita de armas y robos, mientras que a su esposa le constan 21 antecedentes policiales por tráfico de estupefacientes y por diferentes robos con fuerza, según la policía.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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