El gran enigma
El equipo de Mostovoi se aferra a sus delanteros para salvar la pérdida de sus centrales por lesión
Una horda de aficionados provenientes de la recóndita Samara, afeitados de cabeza y robustos como osos, se abalanzaron sobre el hombre que quiso ser Maradona embutidos en camisetas rojas. "¡Zar...! Zar...!", le gritaban. Y 'el' Zar, que juega en el Celta, les firmó autógrafos y les aguantó las collejas con la crispación en aumento. A los 35 años, Mostovoi es el líder espiritual de la selección Rusa que hoy se enfrentará a España en Faro, y un hombre que ha perdido los buenos humores que le inspiró el sol del Algarve. La inminencia del partido y su reubicación en el centro del campo, motivo de polémica en el entorno de la selección, le han hecho desprenderse de la flema. Camina rápido, bajando la cabeza. Tal vez le da vueltas al enigma de su equipo. ¿Tener la pelota lejos o cerca de la portería de Ovchinnikov? ¿Dar espacios a Vicente y Etxeberria, arriesgando quedar en inferioridad, o esperar en campo propio, arriesgando los remates españoles?
"Con Onopko recibimos tres goles ante Noruega y sin él, ninguno frente a Austria", dice Radimov
"Será un partido muy duro", dijo Mostovoi el jueves, en la puerta del hotel donde se concentra; "muy difícil, porque España tiene muy buen equipo. Rusia tiene que jugar bien al fútbol, jugar bien y... ¿y qué? ¿qué puedo decir? Pues ser más fuerte que España y Portugal. En el fútbol puedes ser todo lo que quieras ser, pero hay días que puedes y días que no puedes. Y ya no puedo hablar más. Que aquí no estamos de cachondeo y me van a multar si llego tarde a la cena".
El seleccionador ruso, Georgi Yartsev, es recordado en su país por el juego del Spartak que dirigió en los noventa: un equipo que movía la pelota con ritmo lento pero seguro, incapaz de agazaparse atrás a esperar, incapaz de olvidarse del balón. Lo único que anticipó sobre su formación fue que quiere veteranos: "Tenemos bastantes jugadores que pueden organizar el medio campo desde atrás, uno de ellos es Mostovoi, pero no diré nada más. Sólo diré que necesitamos jugadores experimentados".
Perdidos para la causa Ignatsevitch y Onopko, los centrales que participaron en la clasificación de Rusia para el torneo, Yartsev ha tomado decisiones drásticas. La más importante fue utilizar a dos centrocampistas para ocupar el centro de la zaga: Smertin, volante del Portsmouth que mide 1,74, y Sharonov, medio centro del Rubin Kazan. El efecto se ha trasladado a los medios de creación, como Mostovoi y Alenichev, que han tenido que dar un pasó atrás. Sin un conductor puro de jerarquía, sin centrales, la selección rusa que se presenta en Faro es bastante más enigmática y menos equilibrada que la que jugó el Mundial, con Titov en el papel de eje y Karpin más arriba.
"Nadie puede decir cómo nos recuperaremos de la pérdida de nuestros centrales", dijo Yartsev; "ni siquiera yo puedo saber cómo va a jugar esta defensa".
Radimov, el ex mediocampista del Zaragoza, asegura que Rusia, esta vez, competirá sin arrugarse. A su favor, dice, cuentan con la ventaja de estar más fuertes: "Es que no tenemos miedo a España; estamos físicamente a mitad de la temporada rusa y, como es lógico, eso nos ayuda a estar muy bien".
Sobre la defensa de excepción de su equipo, Radimov se muestra tan optimista como muchos de sus compañeros y como la mayoría de la prensa rusa: "Los que van a jugar no tienen la experiencia de Onopko pero son más rápidos. Con Onopko jugamos un amistoso contra Noruega y encajamos tres goles. Con Austria ha jugado otra defensa y hemos quedado 0-0. Smertin, que tiene contrato con el Chelsea y juega en el Portsmouth, puede jugar en cualquier sitio. Tampoco digo que así estemos mejor que sin Onopko porque es el capitán y nos da mucha moral. Pero vamos, que no hay por qué lamentarse".
Los rusos se agarran a lo que tienen para mantener la moral. Y lo que tienen es la constancia de Alenitchev y el pase de Mostovoi en el medio, para asociarse con una delantera capaz de cualquier cosa. Comenzando por el juego aéreo del gigante Bulykin, muy apreciado por el seleccionador para prolongar jugadas y conectar con la llegada de la segunda línea, Rusia dispone de un abanico de extremos y delanteros que son la esencia de esta selección. Yartsev espera que Bulykin se asocie con el extremo Ismailov y el segunda punta Sychev, dos tipos con técnica, desborde y buen disparo. Los lanzamientos de falta y los córners de Karyaka, máximo goleador de la Liga rusa (11 tantos en 13 jornadas) y la eficacia de Kerzhakov como delantero (nueve goles) culminan una buena hornada de delanteros.
Los encantos de la selección rusa
Por una vez los tabloides amarillistas británicos se han quedado cortos. En solitario o en
collage, Komomólskaya Pravda viene publicando una doble página en las que las esposas de los jugadores de Mostovoi y compañía posan desnudas, tapadas tan sólo por los retratos, de conveniente tamaño, de sus respectivos.
La primera en ocupar la portada ha sido Inga, morena y compañera del portero Ovhinnikov, acompañada de un lema de lo más elocuente: las esposas de nuestra selección apoyan a sus esposos en alma y cuerpo. A Inga la siguieron Inna, mujer de Gusev, Nastia, la media naranja de Alenichev, reciente campeón de Europa con el Oporto... Las sugerentes imágenes están respaldadas por las fichas técnicas de los esposos: edad, estatura, peso, partidos internacionales y goles con el equipo nacional.
"Lo que es cierto es que las mujeres de nuestros jugadores son guapas, lindas y simpáticas", ironizó el seleccionador, Georgi Yartsev.
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