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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Deseos ante el espejo

No sé si todo retrato es un autorretrato pero intuyo en cambio que el retrato de Melvin van Peebles que Isaac Julien traza en Baltimore puede ser interpretado como un autorretrato. Todavía más: como el fruto de un proceso de identificación de Isaac con Mel, quien aparentemente ha tomado el relevo de Langston Hughes en el personalísimo hall de la fama del artista londinense. Hughes, el poeta gay y radical, está asociado a ese momento crucial de la cultura afroamericana que fue en los años treinta el Renacimiento de Harlem del mismo modo que Van Peebles lo está a otro momento igual de crucial: la irrupción en los años setenta del género cinematográfico llamado Blaxploitation. Y del cual la película Sweet Sweetback's Baadasssss Song de Mel fue la cabeza de fila y sigue siendo el mejor ejemplo. Cierto, Van Peebles ya ha tomado mucha distancia de un género que radicalizó el tema de la violencia en el cine americano hurgando con las herramientas del cine experimental de la época, incluidas las del cinema verité, en los entresijos de una historia hecha de personajes negros tan desesperados como un puto callejero y un pobre militante de los Black Panther. Van Peebles hizo todo en esa película, desde escribir el guión y actuarla hasta dirigirla y componer su banda sonora. Pero lo que hizo sobre todo fue imprimir un giro copernicano a la imagen fílmica del negro en América, rompiendo con el estereotipo del Tío Tom y con las tentaciones de un documentalismo de mera denuncia del régimen de exclusiones impugnado por el movimiento por los derechos civiles de los negros. El resultado cede el protagonismo a unos héroes negros tan irreverentes, cínicos y violentos como sus equivalentes blancos.

ISAAC JULIEN

'Baltimore'

Galería Helga Alvear

Doctor Fourquet, 12. Madrid

Hasta el 30 de junio

Todo esto lo sabe Julien, quien es una de las cabezas visibles de la cultura negra emergente en el Reino Unido. Esas inmersiones en el mundo de las minorías negras, en su gente y en su música, se alternan con reflexiones sobre figuras históricas como el ya citado Hughes o como Fanon, el teórico martiniqués de la descolonización. Pero ahora que Julien se acerca a Van Peebles lo hace dejando de lado los aspectos más ásperos e irrecuperables de la estética Blaxploitation en el tratamiento del duelo actoral entre Mel y Vanessa que domina la narración muda de Baltimore. Y por lo mismo queda la sospecha de que tras la idealización resultante de esta omisión se oculta el deseo de Julien de beneficiarse del mismo proceso de encumbramiento social del que ahora disfruta Mel, quien clausura el relato enfrentado a su doble en el museo de cera que la ciudad de Baltimore ha consagrado a los negros más famosos.

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