Estudiantes se gana la final
El Tau malgasta su crédito en un imprevisible ataque de nervios
El Estudiantes hizo historia al meterse por primera vez en una final de la Liga. Con todos los méritos,con su idiosoncrasia, sin perder su carácter, ese que ha hecho tan singulares siempre a los colegiales.
Las previsiones auguraban que los primeros compases del encuentro definirían el resto. Y si hubo un factor dominante que caracterizó esos primeros minutos, fue el nerviosismo. Si los jugadores de ambos equipos deberían estar acostumbrados a la tensión en lances así, no fue eso lo que demostraron en el primer cuarto. Tanto el Tau como el Estudiantes saltaron a la cancha acusando la presión, haciendo un juego nervioso dominado por las pérdidas de balón por parte de ambos equipos. Todo esto hizo que el juego se desarrollase de forma confusa. Tan sólo destacó la figura de Loncar en el Estudiantes.
TAU 84 - ESTUDIANTES 97
Tau: Prigioni (5), Macijauskas (25), Nocioni (19), Scola (10), Betts (2), -quinteto inicial-; Calderón (11), Vidal (0), Carraretto (2), Splitter (0), Gabini (10) y Kurtz (0).
Estudiantes: Brewer (7), Loncar (23), Jiménez (6), Reyes (21), Patterson (6), -quinteto inicial-; Jasen (13), Azofra (3), Iturbe (11) y Miso (7).
Árbitros: Mitjana, Martín y Pizarro. Eliminados: Scola, Nocioni, Macijauskas, Vidal y Splitter.
9.323 espectadores en el Pabellón Fernando Buesa Arena.
El segundo cuarto comenzó con un Estudiantes más veloz, que encontraba canastas fáciles gracias a dos factores esenciales: el primero, que se preocupaba en buscar el aro contrario, hilvanando un juego de ataque elaborado; el segundo, y más preocupante, que el Tau le dejaba. Felipe Reyes, que había pasado inadvertido durante el primer tiempo, entró como una bala y consiguió hacer bastante daño a la defensa de Vitoria.
Por su parte, el Tau jugaba sin paciencia, soltando el balón con demasiada rapidez, y aquejado de una alarmante falta de ideas. Todo eso hizo que el equipo visitante llegara a tener una ventaja de 19 puntos. Sólo dos triples consecutivos, de Calderón y Macijauskas, consiguieron maquillar un poco el marcador antes del ecuador.
El tercer cuarto mostró un Tau más agresivo. Si Felipe Reyes y Loncar habían llevado a su equipo de paseo durante el cuarto anterior, al fin se hicieron notar Nocioni y, sobre todo, Macijauskas, para dar esperanzas a los de Vitoria. El equipo despertó en un cuarto que el Estudiantes debería haber considerado crucial y, sin embargo, no pudo evitar, pese a su buen juego, que los de Dusko Ivanovic se acercaran de forma peligrosa.
Así las cosas, el último cuarto comenzaba de forma inmejorable para los de Vitoria, con un marcador muy apretado y todo por decidir. El Tau se metía de nuevo en el partido y a falta de 6 minutos lograba, por primera vez, ponerse por delante, algo que podía haber amilanado a los jugadores de Pepu Hernández. Pero salió su raza. Los colegiales demostraron esta vez una gran capacidad mental.
La gran voluntad de los madrileños, junto a la carga de personales del Tau, hicieron que el final del partido se desarrollara sin emoción. Si bien los de Vitoria echaron el resto, el saber estar del rival permitió que el Estudiantes volviera a irse en el marcador desde un 74-74, con una diferencia de puntos insalvable. A falta de 5 minutos, Scola, Macijauskas y Nocioni contaban 4 personales cada uno. Así, tras una temporada sobresaliente, los de Vitoria dijeron adiós a la final y el Estudiantes se ganó a pulso, con buen juego y mejor defensa, una final que mereció.
"Tenemos que disfrutar al menos un día", dijo un feliz Pepu. "Empezaremos a recuperarnos y a por el Barcelona". añadió. Y Felipe Reyes, dijo: "Demostramos que somos el mejor equipo de Madrid y ahora tenemos una oportunidad única de hacerlo en España". Azofra fue aún más optimista: "Podemos ganar a cualquiera".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.