Mondragón cuadra el círculo

Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), el conglomerado vasco financiero e industrial que ha hecho de las cooperativas un imperio, está inmerso en una redefinición de su estrategia que pasa por la combinación de aumentar la fabricación en países en desarrollo y, al tiempo, fortalecer la presencia en el negocio nacional. Un concepto distinto de deslocalización que no incluye ni pérdida de empleos ni cierre de fábricas.

El objetivo es abrir en los próximos cuatro años 17 nuevas plantas en el extranjero, que la producción fuera sea el 18% del total y que las ventas al exterior sean del 60%. En estos momentos, MCC cuenta con 38 plantas en 14 países, entre los que destacan Brasil, donde tiene cinco fábricas, y China, con seis. El gigante asiático, que ha cautivado al grupo, es al mismo tiempo su gran desafío.

La nueva estrategia, según afirma Jesús Catania, presidente de MCC, pasa por dejar en casa los productos de mayor valor añadido "y mantener un equilibrio entre el movimiento hacia el exterior y la generación de puestos de trabajo aquí". MCC da empleo a 62.260 personas en tres divisiones: distribución, donde destaca el grupo Eroski; el grupo financiero (Caja Laboral, Lagun Aro y Seguros Lagunaro) e industria, con marcas como Fagor, Irizar y Bicicletas Orbea.