"La seguridad informática es cara"
Ipsca es una de las primeras empresas que se dedicó en Europa a proporcionar servicios de certificación y autentificación para Internet. Lo hace desde junio de 1996, y por eso su fundador y director general, Roberto Lomascolo, está considerado uno de los mayores expertos en seguridad informática del mercado español.
Pregunta. Fundó la empresa cuando Internet estaba naciendo, y en un sector con poco peso. ¿Por qué dedicarse a este negocio?
Respuesta. Sobre todo porque, entonces, Internet comenzaba a moverse, y observé que se iban a necesitar mecanismos para identificar a las personas y a los servidores; a todos lo que intervenían en Internet. Era un buen momento porque la tecnología estaba emergiendo, y en Europa no había casi nadie que trabajara en ello.
"En España hace falta formación, incentivar la creatividad y que montar una empresa no sea tan difícil. Nosotros hemos crecido sin ayudas"
P. ¿Fue más complicado vender tecnología propia por ser una empresa española?
R. Un producto como el que vendemos nosotros requiere que la venta se haga orientada al mercado europeo y americano, porque España no es el primer consumidor. De hecho, hoy en día vendemos más fuera de España que aquí.
P. ¿Salir fuera de España es, entonces, una necesidad para las empresas de tecnología?
R. Lo es; todas las empresas de este sector tienen que salir fuera y cambiar el chip.
P. ¿Es más difícil el mercado estadounidense, por el hecho de estar más desarrollado?
R. Nosotros estamos vendiendo un producto que, en algunos casos, tiene el mismo nivel de calidad técnica, e incluso mejor servicio, que el de nuestros competidores americanos. La tecnología de firma en documentos en formato pdf, por ejemplo, la están utilizando en el Gobierno americano.
P. ¿Hay buena tecnología en España?
R. Yo creo que sí, aunque es cierto que somos más consumidores de tecnología que productores. Sin embargo, creo que somos más débiles en las industrias donde se necesita una fuerte inversión, como la tecnología genética, o la biología. La tecnología informática no requiere grandes inversiones. Panda, por ejemplo, es un referente de antivirus mundial. Meta4 también lo es en la gestión de recursos humanos.
P. ¿Y qué hace falta para que España sea una potencia en creación de software?
R. Ideas, sobre todo ideas. No sirve decir "tengo tanto dinero, vamos a hacer el mejor software". Detrás del software siempre hay una idea.
P. ¿Y qué hace falta para que existan esas ideas?
R. Hace falta formación, hace falta incentivar la creatividad y, sobre todo, que crear una empresa no sea tan difícil. Nosotros, por ejemplo, hemos crecido sin ayudas de ningún tipo. Ha sido por desconocimiento, quizá, y por dificultad en algunos casos, porque las pocas ayudas que hemos pedido se nos han denegado, ya que éramos muy pequeños o porque no se veía claro que este negocio tuviera futuro. Si eres joven, tienes una idea y quieres ponerte a trabajar en ella no es fácil encontrar un respaldo.
P. Dejando de lado nuestro papel como productores de tecnología, ¿somos buenos consumidores? ¿Se toma la empresa española en serio la seguridad informática?
R. Se avanza, pero sigue siendo una asignatura pendiente. La mayor parte de las empresas lo consideran un gasto, y no una inversión. La seguridad es cara; no nos engañemos. En España, invertir 3.000 o 4.000 euros en un sistema para evitar el spam para una pyme sigue siendo mucho dinero. Estas empresas amortizan los ordenadores durante periodos de tiempo muy largos; entre nuestros clientes todavía hay mucha gente que tiene Windows 98, que es un sistema operativo de hace seis años, y que ya ha perdido soporte.
P. ¿Por qué la seguridad informática es tan cara?
R. Hay que invertir en I+D, pero ahora, además, influye el cambio del dólar. Un software que cuesta 100 dólares en Estados Unidos, si haces el cambio real, bajaría de precio en España hasta un 25%. Pero los fabricantes no hacen ese cambio; hacen el de hace dos años, cuando el dólar era más fuerte que el euro. El poder adquisitivo del mercado americano es, además, superior al del español, así que con costes y salarios más bajos, el software nos cuesta comparativamente más caro. Y en este mercado, los márgenes también son altos.
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