Los expertos reclaman leyes que protejan la diversidad cultural frente al libre comercio
El diálogo del CAC plantea la convivencia entre especificidad y mercado audiovisual
¿Cómo se preserva la diversidad cultural en la jungla del mercado audiovisual? Los expertos reunidos ayer en el diálogo Comunicación audiovisual global, diversidad cultural y regulación coincidieron en que el liberalismo amenaza la diversidad, por lo que es necesario establecer normativas, leyes y ayudas al respecto. Pero ¿quién lo hace?, ¿los gobiernos, la UE, la Unesco, la OMC? ¿Y qué ámbito regula: los contenidos, la distribución, ambos?
Ante el consenso sobre la urgencia de establecer mecanismos de protección, el debate se centró en los pros y los contras de cada uno de los marcos reguladores. Organizado por el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), el diálogo congregó a un centenar de representantes de autoridades audiovisuales de todo el mundo, además de operadores, productores y expertos. En total, incluyendo a los estudiantes, unas 300 personas. Sin embargo, en las sesiones apenas se trató de la cuestión de los consejos audiovisuales porque desde el primer minuto se hincó el diente en la conveniencia de proteger la diversidad y se puso especial énfasis en destacar el papel que podría desempeñar, y que no desempeña, la Organización Mundial del Comercio (OMC). El director del Observatorio de la Globalización de la Universidad de Barcelona, Ramon Torrent, alertó de que "los acuerdos de la OMC no contienen disposiciones de tratamiento específico para el sector del audiovisual". "Los acuerdos bilaterales sólo están previstos estableciendo excepciones que son transitorias y sujetas a negociaciones", explicó. Entonces, ¿sería la Constitución europea un buen marco regulador? Tampoco. "En el proyecto de Constitución, las competencias audiovisuales en la Unión se ejercen por unanimidad", recordó, de lo que dedujo en tono de advertencia: "Si esto se materializa, significará que la que tendrá que firmar los acuerdos entre Francia y Quebec será la UE por unanimidad".
En opinión del director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), Joan Majó, para analizar la dificultad de preservar la diversidad en la industria debe retrocederse en el tiempo "hasta el error político de haber otorgado a los tratados de libre circulación un nivel superior al de otros tratados".
El punto de vista divergente lo puso la vicepresidenta de la Motion Picture Association of America, Bonnie J. K. Richardson. "Pienso que existen una serie de miedos que no tienen base ni fundamento si se miran las normativas", expresó. Richardson se mostró partidaria de que "los contenidos estén incluidos en cualquier regulación comercial" y afirmó que la OMC "no impide" la preservación de las especificidades. La intervención de Richardson fue replicada por la mayoría de los ponentes y por parte del público que intervino en el debate. El actor y representante de la Coalition pour la Diversité Culturelle de Quebec, Pierre Curzi, expresó su confianza en el proyecto de la Convención de la Diversidad Cultural en la que trabaja la Unesco. "Por lo menos que ejerza de contrapeso de las políticas liberales", dijo.
Durante la apertura del diálogo se entregó la Medalla Fellini de la Unesco, un galardón con el que la organización reconoce desde 1994 el trabajo de cineastas por la difusión de la diversidad cultural. La medalla de este año ha sido para los cineastas Ousman Sembene, senegalés, y Chantal Akerman, belga.
Sembene, octogenario, no pudo acudir a recoger la medalla que reconoce su condición de "decano de los cineastas africanos", tal como le presentó la representante de la Unesco, Milagros del Corral. Akerman expresó su temor a que las culturas pierdan sus señas de identidad. "Temo que incluso en los países que se protegen cada vez habrá menos diversidad y les pido que luchen para que no encendamos la televisión y todos los programas y lenguas sean iguales", manifestó.
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