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Reportaje:

La base de Rota afronta una nueva reconversión

El anuncio de la Administración de EE UU de que va a reducir su presencia militar en el exterior genera incertidumbre

La base naval de Rota (Cádiz), una de las más avanzadas de la marina de Estados Unidos en todo el mundo, se enfrenta a una nueva actualización de sus recursos y métodos de trabajo. El mando de la instalación, el capitán John H. Orem, anunció la pasada semana en la hoja de información interna Notes & News un "cambio de la política" de la Marina de Estados Unidos en el continente europeo. La Administración estadounidense ha iniciado un proceso de reducción de efectivos militares y civiles y la concentración del mando operativo de su marina en la base italiana de Nápoles.

El recorte afectará de aquí a final de año a casi 8.000 militares desplazados por EE UU por bases de todo el mundo y a un número indeterminado, de momento, de contratados civiles, que serán eliminados para reducir costes y mejorar la eficiencia militar estadounidense en Europa.

Esta advertencia ha causado intranquilidad en la comarca, porque la base es una fuente de riqueza de la zona. Los empresarios locales aseguran que la instalación militar, que ocupa unas 240 hectáreas de los municipios de Rota y El Puerto, puede aportar hasta el 70% de sus ingresos. Ya sea por empleos directos, por la compra de suministros o por la oferta de servicios, la base da riqueza a cambio de servidumbre

La nueva estrategia es consecuencia de la política de contención del gasto que mantiene el gobierno de George Bush para compensar las perdidas ocasionadas por la guerra de Irak. En el caso de la base de Rota, el recorte de presupuesto va a tener una traducción directa en la reducción de la plantilla de trabajadores civiles, pero no así en la capacidad operativa de la instalación.

De hecho, el Congreso estadounidense aprobó en 2001 un presupuesto de 200 millones de dólares para acometer un ambicioso programa de ampliación de los recursos de la base, obras que están en marcha y que deben estar culminadas en 2010.

El plan de mejora incorpora, entre otras cuestiones, la construcción de 16 nuevos hangares, la instalación de un sistema de suministro de combustible automatizado para reducir el tiempo de repostaje de los aviones con escala en la base y la ampliación de puerto naval.

Estas actuaciones demuestran el valor estratégico que la defensa de EE UU concede a su base en Cádiz, que en la actualidad ofrece apoyo a la mayor parte de los centros operativos y de mando de la OTAN en la zona. Rota da soporte logístico a la base sevillana de Morón, ofrece información permanente al cuartel general de la OTAN en Madrid y mantiene una línea de cooperación con la base de Nápoles para el desarrollo de operaciones en militares en el Mediterráneo y Oriente Próximo.

La base dispone de una doble pista de aterrizaje de casi cinco kilómetros de longitud capaz de recibir cualquier tipo de nave, incluido el Galaxy, el mayor transporte aéreo del mundo. De Hecho, en el aeródromo de Rota tiene establecida su base para, caso de emergencia, el transbordador espacial de la NASA.

Desde el punto de vista militar, el aeropuerto de la base es de uso compartido por las fuerzas aéreas de EE UU y España. Por contra, el muelle de la base es, fundamentalmente, de uso español.

En Rota tiene su amarre permanente el grupo Alfa de la Armada, que incorpora al portaaeronaves Príncipe de Asturias. Ocasionalmente, Rota recibe unidades de la sexta flota de la US Navy con base en Nápoles y es lugar habitual de avituallamiento para buques y submarinos norteamericanos, algunos movidos por tecnología nuclear, en tránsito hacia el Mediterráneo.

La base contiene más de 400 edificios oficiales, un parque de 800 viviendas para el personal estadounidense destinado a Rota y sus familias, y unas 600 casas para militares españoles.

Si bien el número de residentes en la base fluctúa, en la actualidad, hay unos 3.000 militares estadounidense y 4000 españoles. Esta población genera riqueza para la zona.

Menos empleados civiles

La base de Rota da trabajo a 1.148 empleados civiles españoles, que se agrupan en tres departamentos: Naval Station, Navy Exchange y MVR. El primero, financiado por el Gobierno de EE UU, agrupa las oficinas de obras públicas, administración, ingeniería, gestión de las viviendas navales y almacenes.

El MRV ofrece servicios a los militares destinados en Rota. Desarrolla actividades de recreo, hostelería y gestión de viajes, entre otras. Por su parte, Navy Exchange está encargado de ventas y aprovisionamiento. Estos dos últimos departamentos generan beneficios y sufragan las nóminas de los empleados.

La cifra actual de plantilla dista mucho de la que mantuvo la base entre 1970 y finales de los ochenta, cuando se llegaron alcanzar los 2.500 empleados. Si bien la pérdida de puestos de trabajo ha sido un goteo incesante desde principio de los años noventa, la más dura política de recortes se aplicó en 1997, cuando la plantilla de 1.600 empleados se redujo en 400 plazas.

Esos puestos, según dice el presidente del comité, José Sabido, han sido sustituidos por contratas norteamericanas.

"Nuestra prioridad, dice Sabido, es el mantenimiento de los puestos de trabajo". El comité recuerda que en 1998, el PSOE presentó una iniciativa en el Congreso a favor del mantenimiento de los puestos de trabajo en la base. "Ese compromiso nos hace mantener esperanzas", dijo el representante laboral. Los empleados mantienen sus reclamaciones de recuperación de su poder adquisitivo y de firma de un nuevo convenio.

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