Multitudinario acto de apoyo de los intelectuales a Bellas Artes

Tras el estreno en el Círculo de Bellas Artes de la polémica obra de teatro Me cago en Dios, de su cuñado Íñigo Ramírez de Haro, la presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, habló de controlar las aportaciones de la Comunidad de Madrid a la institución. Y en la tarde de ayer, en su defensa, le respondieron multitud de asociaciones que se solidarizaron con el Círculo y con el dramaturgo. Tomaron la palabra, entre otros, representantes de la Unión de Actores, la Asociación de Directores de Escena, la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales, la Asociación de Compositores de Madrid.

Se agregaron muchos intelectuales y artistas como Rafael Azcona, Caballero Bonald, Juan Madrid, Luis Gordillo o Chus Gutiérrez de una larga lista. Hubo quien no pudo asistir y se adhirió con su firma: Pedro Almodóvar, José Luis Cuerda, Iñaki Gabilondo o Martín Chirino. Lo que sorprendió fue la testimonial presencia de la concejal de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno, y el recién nombrado director del Teatro Español, Mario Gas.

"Queremos ser una catedral laica que estamos dispuestos a pedir igualdad de trato de otras instituciones", afirmó Juan Miguel Hernández León, presidente del Círculo. "¿Por qué no podemos pedir una casilla propia en la declaración de la renta? Así al menos el dinero público que recibamos no tendrá mediadores preocupados por su destino, siempre podemos garantizar que no se utilizará en murales de Kiko Argüello o en dudosas inversiones financieras", propuso.

Textos de escritores

Tras el presidente del Círculo se leyeron textos de los escritores José Luis Sampedro, Eugenio Trías y Rosa Regàs, nueva directora de la Biblioteca Nacional. Hubo también frases de adhesión. "No hay libertad de expresión si no es expresión de libertad", decía la de José Saramago. "La libertad es el oxígeno del alma", la de Manuel Vicent o la de Benjamín Constant que Rafael Azcona hizo suya: "La libertad no es otra cosa que aquello que la sociedad tiene derecho a hacer y el Estado no tiene derecho de impedir".

El portavoz del PSOE en el Parlamento regional, Rafael Simancas, lamentó tener que manifestarse por defender la libertad de expresión, "algo que hasta hace poco tiempo pensábamos que no era necesario hacer". Fue duro con la presidenta Aguirre: "Ella insiste, a pesar de las expresiones públicas, en sus intenciones culturizadas. Quiere utilizar una excusa banal para cerrar el grifo. Estoy convencido, no obstante, de que entre todos vamos a conseguir que esta institución no muera y que el Gobierno de la nación va a procurar los recursos precisos para que se mantenga".

Me cago en Dios está todavía en la cartelera madrileña. Se representa en el teatro Alfil hasta el 16 de junio, entre fuertes medidas de seguridad, según señaló su autor,

Íñigo Ramírez.