_
_
_
_
Reportaje:LOS DISCOS DE TU VIDA 2

'Clues', la elegancia de Robert Palmer

Diego A. Manrique

Publicado en 1980, Clues es el disco que convierte a Robert Palmer en una superestrella internacional. Tras una serie de elegantes LP conteniendo variedades del funk y del soul, en Clues -que a partir de mañana ofrecerá EL PAÍS por 5,95 euros- incorpora sintetizadores a los ritmos nerviosos de la new wave y crea piezas tan irresistibles como Looking for clues y Johnny & Mary. El disco también ofrece versiones de temas de The Beatles y Gary Numan.

Hijo de militar, Palmer pasa sus primeros años en una base de Malta y no se siente muy feliz cuando, de vuelta en el Reino Unido, se ve encarrilado por la carrera de diseñador gráfico. A los 15 años, comienza a cantar y salta de grupo en grupo, adquiriendo una reputación de tipo ambicioso: Mandrake Padle Steamer, The Alan Bown Set, DaDa, Vinegar Joe. Estos últimos editan, entre 1972 y 1974, tres elepés en el sello Island. Dentro de la compañía, Palmer intima con su director, Chris Blackwell, que también ha crecido en una isla soleada, Jamaica.

Blackwell y Palmer aman la misma música. Y el disquero se compromete a lanzarle como solista: aporta fondos para que se instale con su mujer en Nueva York y pruebe suerte con diferentes estilos. En Sneakin' Sally through the alley (1974) trabaja con músicos de Nueva Orleans. En Pressure drop (1975) están el grupo Little Feat y el arreglador Gene Page, colaborador de Barry White. En Some people can do what they like (1976) se afianza la presencia del reggae: Palmer ha abandonado Nueva York para instalarse en las Bahamas. En Double fun (1978), el reggae se solapa con la disco music del productor Tom Moulton.

La suma de todas esas intuiciones es Clues, que se publica en el verano de 1980. Grabado en los Compass Point Studios, en las Bahamas, es obra de un núcleo integrado por el teclista Jack Waldman, el baterista Dony Wynn y el propio Palmer tocando guitarra, bajo y percusión. Le echan una mano viejos amigos como Andy Fraser, del grupo Free, y nuevos colegas como Chris Franz, de Talking Heads, y el cibernético Gary Numan.

Pero son los temas más sintéticos los que popularizan Clues. Si mi imagen es la de un seductor sofisticado, parece haber razonado, mi campo de actuación debería ser la pista de las discotecas modernas. Looking for clues tiene la urgencia funky de los mejores temas del Prince que trabaja con sintetizadores, aparte de un excéntrico solo de xilófono. Johnny & Mary es un perfecto prototipo de tecno pop melancólico, arropando la descripción del desgaste en la relación de la pareja protagonista.

Robert Palmer, en una foto de promoción.
Robert Palmer, en una foto de promoción.METRO BLUE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_