Pan y circo (aforismos en días de Fórum)
1. ¿Por qué en los conflictos internacionales se habla tanto de paz y tan poco de justicia? Porque la paz puede imponerse por la fuerza, pero la justicia no.
2. Paz, diversidad, sostenibilidad. Me pregunto si estos discursos bienintencionados sobre los que se construye la corrección política ayudan a cambiar las cosas o sirven solamente para reconciliar a los ciudadanos del primer mundo con su propia conciencia.
3. Los tiempos cambian y las aspiraciones de la humanidad se reducen. Hace un siglo se querían superar las desigualdades entre los hombres. Vistos los espantosos costes que tuvo el proyecto se consideró suficiente intentar reducirlos. Ahora, damos las desigualdades por buenas, y sólo pedimos respeto entre desiguales. Que no es poco.
4. La violencia es un proceso de deshumanización del otro. Se le humilla, se le criminaliza, se le tortura, se le mata, se derriba su casa, y se elimina cualquier vestigio de su existencia. A lo sumo, queda una sombra.
5. ¿Por qué Dios asiste impasible a las masacres? Bienaventurados los que desconfían de quienes, pudiendo evitarlas, permiten inmutables tales atrocidades, tengan su residencia en el cielo o en la tierra.
6. ¿Por qué la religión está presente en tantas guerras? ¿Por qué Dios es el más eficaz argumento para entrar en combate? ¿Por qué hay tanta gente dispuesta a matar en nombre de Dios? ¿Por qué Bush compromete a Dios cuando manda sus tropas a Irak? Bienaventurados los que antes de oír a Dios, escuchan a los hombres.
7. Tanto entusiasmo por la diversidad resulta sospechoso. ¿Por qué nos empeñamos en hacer diferentes a los demás? Para controlarlos mejor. Identificar al otro como distinto es la mejor manera de guardar las distancias.
8. "Nosotros no somos diferentes de nadie", dice un arquitecto iraní. Me lo temía: les hemos decretado diferentes sin contar con su opinión.
9. "Sólo Dios sabe lo que amo a mis hijos", dijo una terrorista palestina antes de inmolarse en la frontera de Gaza. Entre la justicia y los hijos, escogió a la justicia divina: odio, obnubilación y fanatismo.
10. El secreto de Occidente ha sido el pensamiento crítico. La capacidad de ponerse permanentemente en cuestión y de mantener siempre viva la cultura de la sospecha. Si lo inefable -la religión y el nacionalismo- toma el mando; si, en nombre de la seguridad, la censura se impone en todas partes, la decadencia está asegurada.
11. Dios me libre de las buenas personas que de las malas personas ya me libro yo. Lo dice Amos Oz: "Hay demasiada gente que le desea al prójimo su bien, con toda su fuerza".
12. Escribe Coetzee: "Al escogernos para la muerte, los dioses nos han dado una ventaja sobre ellos": "vivimos más urgentemente" y "sentimos más intensamente". La eternidad es aburrida. Carece de incentivos.
13. ¿Cuál es el ámbito de nuestra solidaridad? Primero fue el territorio de lo orgánico: la tribu, la familia, el universo del parentesco. En los tiempos modernos se construyó un ámbito de solidaridad colectiva: la nación. Romperlo era el peor mal: la guerra civil. Ahora que el mundo se está haciendo pequeño, el ciudadano Nif tiende a encerrarse de nuevo en el ámbito de lo más próximo. ¿Es sólo una reacción de vértigo? ¿O es el resultado de los efectos desocializadores de la era del dinero?
14. Vivimos tiempos en que la explotación del miedo es el punto de coincidencia entre el poder y la subversión. El lugar común se llama terrorismo.
15. Cuando los conceptos se convierten en valores ganan atractivo, pero se alejan de la verdad.
16. Los sentimientos no son ajenos a la política, pero la política ha de ser racional -susceptible de crítica y acuerdo, no sentimental.
17. La historia demuestra que la paz no se construye sobre un principio de confianza, sino por la desconfianza. Europa hizo la paz cuando comprendió que no sobreviviría a una tercera guerra mundial.
18. ¿Qué tiene la ciudad que genera tanto odio? ¿Por qué los poderosos la identifican con el pecado y la degeneración? La respuesta está en un proverbio griego: "Dios hizo el campo y el hombre la ciudad".
19. Dice Zygmunt Baumann: "Estamos pasando del Estado social al Estado de seguridad". La seguridad física como terapia sustitutiva de la inseguridad existencial.
20. En tiempos de terrorismo global es difícil actuar con prudencia sin caer en la paranoia. Sin riesgo no hay libertad.
21. Paradoja de las sociedades democráticas avanzadas: casi todo se puede decir pero la inmensa mayoría de las cosas que se dicen quedan a beneficio de inventario. El espacio de lo posible se estrecha. La transgresión no computa.
22. La autonomía del individuo fue una conquista de la modernidad y, sin embargo, hemos entrado "en un proceso de invidualización que conduce hasta la anomia" (Beck) en el que parece desvanecerse la posibilidad de participar en proyectos colectivos. De momento, la ciudadanía se mueve por sobresaltos morales (la guerra de Irak o el atentado del 11-M).
23. La perfección es incompatible con la verdad y con el bien.
24. La violencia es el castigo que los dioses nos han impuesto por la osadía de ser libres.
25. Donde hay dos personas, hay dos voluntades: dos posibilidades de elección. El poder es la capacidad de conseguir que el otro elija lo que uno quiere. La violencia aguarda.
26. Primo Levi sobre Job: "Pobre, privado de los hijos, cubierto de llagas, se sitúa entre desechos rascándose con un terrón y disputa con Dios. Se trata de una disputa desigual: Dios creador de maravillas y de monstruos lo aplasta bajo el peso de su omnipotencia". Ciertamente, el libro de Job es el gran libro sobre el poder. Y la arbitrariedad, que es la esencia del poder.
27. En una calle del Raval de Barcelona, una pintada dice así: "Poco pan y pésimo circo".
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