El PSOE dice que "la obra costará al final a los madrileños más de 13.000 millones"
Con los 3.900 millones de euros que cuesta soterrar la M-30, según el grupo socialista en el Ayuntamiento, se podrían construir tres grandes infraestructuras (un polideportivo, una biblioteca y una residencia de ancianos, por ejemplo) en cada uno de los 21 distritos de la capital. Con el dinero que el Ayuntamiento invertirá en el cubrimiento de la autovía de circunvalación se podrían levantar otras dos nuevas pistas en el aeropuerto de Barajas, así como una terminal de pasajeros con las últimas tecnologías. Y aún sobraría dinero.
Por eso, el grupo socialista en el Ayuntamiento atacó ayer con estas cifras el proyecto estrella del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, calificándolo de "disparate presupuestario y una clara violación de la Ley de Haciendas Locales". Pero, además, el PSOE considera que el presupuesto presentado por el Consistorio se queda corto al no tener en cuenta ni la financiación a 35 años ni el incremento del coste real de las obras, que el grupo socialista estima hasta en un 40%.
El resultado final de esta suma daría como resultado una cifra que Félix Arias, portavoz socialista del área de Urbanismo, consideró "absolutamente desproporcionada para el presupuesto municipal", el cual, según recordó, "tiene un monto anual de 4.382 millones de euros". Es decir, lo que cuesta soterrar la M-30 es casi el presupuesto del Ayuntamiento durante todo un año.
Arias insiste en que el coste real de las obras puede "superar" los 5.000 millones de euros, llegando a los 5.470 millones en caso de un sobrecoste del 40%. Para sostener esta posibilidad, puso como ejemplo proyectos pasados cuyos costes finales superaron el presupuesto presentado en un primer momento: los túneles de María de Molina y de Santa María de la Cabeza, "que tuvieron un sobrecoste del 30%", y la M-45, que fue un 50% más cara de lo proyectado cuando empezaron sus obras, según expuso Arias.
Al aumento real del presupuesto se uniría, dice el PSOE, el gasto que supondría la financiación del proyecto. "A 35 años y en las condiciones normales de mercado para esta inversión", el grupo socialista -que dice haber consultado a expertos de entidades bancarias- estima que el Consistorio deberá desembolsar entre 13.550 y 14.600 millones.
Para exponer mejor la magnitud del coste de esta "obra faraónica", como la denominan los socialistas, Arias calculó lo que cada familia tendrá que poner de su bolsillo, e n35 años, "2,5 millones de pesetas [15.000 euros]". La Ley de Haciendas Locales impide, según el edil, que ese tipo de obras pueda pagarse mediante un crédito, por lo que "tendrán que pagarse bien con subidas de impuestos, bien con la reducción de gastos de funcionamiento para la prestación de servicios".
Datos "disparatados"
Desde la Concejalía de Hacienda niegan rotundamente que la reforma de la M-30 vaya a costar 13.000 millones de euros, y aseguran que Arias maneja datos "disparatados" y hace mal los cálculos. Los técnicos de Hacienda admiten que el presupuesto inicial de 3.900 millones aumentará "como en cualquier obra de infraestructuras", pero esperan que ese incremento sea menor del 20%. Y subrayan que, en cualquier caso, "13.000 millones es una cifra de locos que se ha obtenido con datos inventados", porque "aún se está negociando con los bancos y no se saben las condiciones en las que entrará el socio privado [de la empresa mixta que financiará las obras]".
Pero el PSOE insiste en que el proyecto del alcalde vaciará las arcas municipales. "Nos hipotecan por hacer una superautopista", afirmó Arias. La edil socialista Isabel Vilallonga fue más lejos: "Madrid ocupa los últimos puestos en los niveles europeos de atención social y a la tercera edad. La obra de la M-30 no responde a ningún criterio de urgencia, y la prisa del alcalde sólo tiene que ver con su egomanía [sic]", dijo.
La portavoz de IU, Inés Sabanés, instó a Ruiz-Gallardón a "explicar a los madrileños los problemas que pretende ocultar con el recurso insistente a la alfombra verde en la que, según él, se convertirá la M-30 después de la reforma". Sabanés recordó que el proyecto del Manzanares "ni está en información pública ni cuenta con los correspondientes permisos de la Confederación Hidrográfica y Patrimonio". "Volvemos a los castillos en el aire que tanto gustan al alcalde", concluyó.
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