Popov: "He venido para entrenarme"
Alexander Popov (Sverdlovsk, 1971), el gran zar de la velocidad, debuta hoy en los 50 metros libres, la única prueba en la que participa como preparación para sus campeonatos nacionales y los Juegos Olímpicos de Atenas. El ruso reconoce abiertamente: "He venido para entrenarme. El mejor entrenamiento es la competición".
El nadador que lo ha ganado todo, vive desde 2003 en Suiza, tras permanecer 10 años en Australia. No tiene aún decidido si se retirará después de los Juegos Olímpicos, pese a que cumplirá en noviembre los 33 años. Pero su futuro estará muy ligado a la marca relojera suiza a la que da su imagen. Acaba de perder la elección para presidente de la federación rusa, en su intento de modernizar y profesionalizar la natación de su país, pero dice: "Es una carrera de fondo y los cambios llegarán".
En un adelanto sobre sus planes inmediatos comentó: "Decidí venir como preparación de las pruebas de clasificación de mi país para los Juegos Olímpicos. Y preferí escoger sólo la de 50, y no nadar también la de 100, dos pruebas tan seguidas, porque ya no tengo 20 años". Según él, lo ha hecho sólo por sus razones personales y negó que haya sido para no enfrentarse en el hectómetro al holandés Van den Hoogenband, al que ganó en los Mundiales de Barcelona 2003. Popov, el gigante de 1,97 metros y 90 kilos, ya está curado de todos los espantos. Por eso, cuando se le pregunta si le falta algo por ganar contesta rotundamente: "No".
Es muy normal, con cuatro títulos olímpicos, otros tantos mundiales, y siete europeos desde 1991. Y porque siempre ha sido un hombre tranquilo para los triunfos y para las derrotas. Por ello, tampoco le preocupa lo más mínimo ganar o no su octavo oro continental mañana, ni sus teóricos rivales, el británico Mark Foster o el español Lorente, que acaba de ganarle en Viena en 100 metros. "No pienso en nada. Sólo en descansar. Y en dormir...la siesta", comentó.
Ni siquiera se plantea lograr en Atenas su tercer doble triunfo en 50 y 100 metros, como en Barcelona 92 y Atlanta 96. "Primero trataré de clasificarme, pero intento no pensar ello. Tengo un montón de metas en mi vida". Por ejemplo, apoyar la candidatura olímpica de Moscú 2012. "Por supuesto", dice. Y pese a que fuentes olímpicas indican que la ciudad difícilmente pasará el corte del COI el martes, él tiene confianza: "Espero que sí", señaló. Y hasta hace planes de que se hará todo nuevo, en estadios, en tecnología...para dentro de ocho años. Popov, en su línea. Ecléctico hasta en las posibles derrotas.
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