Zapatero deja a Ibarretxe el último en la ronda de presidentes para tratar de que retire su plan
Patxi López recibe el apoyo del jefe del Gobierno para que el Estado esté más presente en Euskadi
La tesis de Zapatero apunta a que en este tiempo, y con conversaciones discretas desde su partido y desde el Gobierno con los nacionalistas y con el propio Ibarretxe, podría conseguirse que el lehendakari aceptara un diálogo abierto, incluso de la reforma del Estatuto de Gernika, pero ajeno a su plan soberanista. Estos planteamientos formaron parte del meollo de la reunión que mantuvieron en la sede madrileña del PSOE Zapatero y el secretario general del PSE-EE, Patxi López. Éste reconoció que en estos momentos los socialistas, en su conjunto, están "decepcionados" por la actitud de los nacionalistas y esta decepción embarga también a Zapatero. Los socialistas han constatado que el PNV y el Gobierno vasco han estado mucho tiempo demandando diálogo y cuando se les ofrece, abierto y sin condiciones, lo hacen imposible porque todo tiene que pasar por el llamado plan Ibarretxe.
Labor discreta
Así las cosas, según la conversación que ayer mantuvo el presidente con López, el jefe del Ejecutivo español ha decidido que en su ronda de conversaciones con todos los presidentes, que culminará en el mes de julio, dejará a Ibarretxe para la última cita. Y no por menosprecio sino por intentar que durante estas semanas se haga una labor discreta de preparación de esa reunión para que tenga algún viso de éxito.
Esto significa que Ibarretxe tiene que estar dispuesto a hablar de algo diferente al plan que lleva su nombre. A partir de ahí el Gobierno de España y los socialistas están dispuestos a hablar de todo, incluso de la reforma del Estatuto de Gernika. También de la negociación del cupo, de las transferencias pendientes, del Código Penal, entre otras materias. "Son asuntos muy importantes para los ciudadanos y el Gobierno vasco no les concede ahora importancia y sólo quiere hablar de su plan", lamentó López.
"Zapatero quiere convencer a Ibarretxe de que su plan divide, enfrenta a la sociedad y es una imposición a un sector muy amplio de los ciudadanos y que su plan no es el camino". López sonrió al afirmar que Zapatero está convencido de que puede convencer a Ibarretxe. "Y conociendo a José Luis es posible que le convenza", aseguró.
Desde que Zapatero llegó a la secretaría general del PSOE, ha defendido la imperiosa necesidad de que en el País Vasco el diálogo esté abierto entre su Gobierno y el de España. Y lo va a intentar, aunque de momento es imposible el menor acercamiento de posiciones. En conversación informal se aseguró que desde ahora y hasta que se produzca esa reunión debe haber "mucha cocina". Esto se traduce en que desde diferentes ámbitos socialistas se preparará el camino.
Zapatero, por otra parte, se comprometió con López a que "el Estado esté presente en el País Vasco". Y esto se traduce en servicios públicos, en la situación de los funcionarios, en la publicidad -ahora inexistente- de las acciones de la administración central en el País Vasco, entre otros elementos. Asimismo el presidente se comprometió a "no escatimar recursos para garantizar la libertad y la seguridad" de los ciudadanos amenazados en esa comunidad.
En distintas ocasiones López habló de la necesidad de "pasar página", de la forma de hacer política en el País Vasco y quizá por eso señaló que tanto el ex presidente de la ejecutiva del PNV Xabier Arzalluz como el ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, "sobran en la política vasca porque nunca han propuesto nada que no sea enfrentamiento". El líder de los socialistas vascos lamentó además que Mayor mantenga el mismo discurso ahora que es cabeza de lista al Parlamento Europeo por el PP.
A partir de ahora el PSE quiere ser un interlocutor del Gobierno de España para que no parezca que sólo el PNV "viene a Madrid y consigue cosas para el País Vasco", señaló López. Los diputados y senadores socialistas vascos quieren estar muy activos en dar a conocer al Gobierno central las necesidades de su comunidad. Por otro lado, el PSE también tiene algunas pretensiones de presencia y representación en el PSOE a partir del congreso federal que celebrará esta organización a primeros de julio. López no ocultó que el PSE quiere estar representado en la Comisión Ejecutiva Federal. De otro lado, su propio congreso, no se celebrará hasta después de las autonómicas aunque correspondería su celebración inmediatamente después del federal. López argumentó que hay acuerdo entre los socialistas vascos para "terminar un ciclo".
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