El Consistorio de Grazalema impide la construcción de nuevos hoteles

El pleno del Ayuntamiento de Grazalema (Cádiz, 2.500 habitantes) aprobó ayer, con los votos a favor del PSOE, PP e IU, y la única abstención del PA, modificaciones en el nuevo plan urbanístico de esta localidad que garantizan el "doble objetivo" de proteger el Parque Natural de la Sierra de Grazalema y arbitrar un conjunto de fórmulas de mayor protección al casco urbano, declarado por la Consejería de Cultura el pasado verano Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Artístico.

Las nuevas normas subsidiarias sustituyen a las urbanísticas que están en vigor desde 1991 y prohíben la construcción de nuevos hoteles para "evitar la masificación de turistas". "Los cambios están muy consensuados y establecen un desarrollo sostenible, acorde con la pertenencia de nuestro territorio al Parque Natural. Hay que mantener los actuales niveles de calidad de la oferta", detalló el alcalde de Grazalema, Antonio Mateos (PSOE).

En esta localidad hay ocho establecimientos hoteleros -tres de ellos de cuatro estrellas- con unas 200 plazas. Las normas sí permiten construir en la pedanía de Benamahoma dos hoteles, con capacidad para 60 o 70 turistas, que serán los únicos existentes en este núcleo urbano. Junto a estos establecimientos, se instalará la fábrica de embotellado de agua de la firma Lanjarón y se edificarán promociones de viviendas.

El Consistorio apoyó igualmente la propuesta de la Consejería de Medio Ambiente para incluir un trazado alternativo para las vías pecuarias que atraviesan el casco urbano de Grazalema y de Benamahoma. El documento aprobado califica, además, como suelo industrial más de tres hectáreas en la zona denominada como La Venta, situada junto a la carretera de Algodonales. "Esta ubicación obedece a la pretensión de que el casco urbano de Grazalema se destine exclusivamente al uso residencial y a la actividad del pequeño comercio", dijo Mateos.