Más fachada que peso

Río de Janeiro es el último estandarte que presenta Suramérica como candidata a los Juegos tras el abandono de Buenos Aires, que también fue derrotada para 2004.

- A favor: Es una de las ciudades más bellas del mundo y ése es su mayor atractivo. Va a organizar los próximos Juegos Panamericanos y su situación polìtica, tras el acceso de Lula a la presidencia, genera mayores esperanzas de que, por fin, una ciudad del continente suramericano pueda llegar a albergar unos Juegos. Es otra de las grandes deudas del COI, como con África.

- En contra: Sin embargo, Brasil aún no da garantías de seguridad financiera, por mucha fachada bonita que ponga Río. Y, si se profundiza, en las últimas semanas se ha recrudecido la violencia por las bandas de narcotraficantes que dominan las favelas encima del paraíso de las playas de Copacabana, Ipanema o Leblon. Ciudad del Cabo perdió también para 2004, con Nelson Mandela incluso presente en Lausana, porque cualquier aspiración del país que había superado el apartheid era superada por el enorme nivel de delincuencia en la ciudad. Por otro lado, Río tiene un gravísimo problema hotelero, pues sólo dispone de 3.303 camas válidas para el COI, que pide diez veces más.