La Guardia Civil imputa a una guía por la muerte de tres turistas

Decidió subir a las faldas del pico del Veleta a pesar de que sabía que iba a hacer mal tiempo. El resultado fue la muerte por hipotermia de tres holandeses miembros de la expedición que comandaba entre Trevélez (Granada) y el refugio de Poqueira, a 2.500 metros de altitud. La Guardia Civil de Granada tomó declaración ayer a la guía, Sonja van Zanten, como imputada en tres homicidos por imprudencia.

La tarde del martes, un día antes de partir hacia el albergue, Sonja van Zanten llamó al guardia del refugio de Poqueira para preguntarle por las condiciones meteorológicas. El guarda le recomendó que no subiera porque según la predicción del Instituto Nacional de Meteorología, vientos de poniente superiores a 90 kilómetros por hora azotarían las cumbres de Sierra Nevada durante el miércoles y el jueves.

Pero según el guarda del refugio, Rafael Quintero, Van Zanten mantuvo la reserva, ante lo cual, le sugirió una ruta más resguardada del viento. "Le dije que subieran desde Capileira por un camino bien señalizado que asciende por el fondo del valle,, una ruta mucho menos expuesta", aseguró el viernes Quintero, que participó en el rescate de los supervivientes.

La guía también desoyó esta segunda recomendación y decidió ascender desde Trevélez hasta el alto del Chorrillo, a 2.770 metros de altitud, para después descender hasta el refugio, en la cota 2.500. En el descenso, los turistas se enfrentaron a vientos de 140 kilómetros por hora. Fallecieron tres miembros de la expedición, dos mujeres de 69 y 55 años y un hombre de 52.

El equipamiento de los turistas no era el más adecuado para enfrentarse a la alta montaña, según el guarda. "Iban vestidos como el que va a darse un paseo por cualquiera de estos pueblos", aseguró Quintero. "Llevaban zapatillas de deporte, chubasqueros para la lluvia y gafas de sol de ciudad. Ninguno de ellos tenía una linterna".

Irresponsabilidad

Dos de las integrantes de la marcha, Katerina van Baar e Isabelle Plomp, decidieron retornar al hotel a las dos horas de empezar a caminar cuando la nieve les llegaba por las rodillas. Ambas recriminaron a Van Zanten que continuara con la marcha en esas condiciones y la acusaron de comportarse irresponsablemente.

El juzgado de Instrucción número uno de Órgiva abrió una investigación el viernes para esclarecer la posible responsabilidad de la guía o de la empresa holandesa Intertrek -la organizadora del viaje- en la muerte de los tres excursionistas.

Dos de ellos, Divera Laan (55 años) y Jos de Vilder-Buren (69) fallecieron al abandonar exhaustas la marcha en el alto del Chorrillo. El único hombre del grupo, Kees van Herten (52), expiró a las puertas del refugio.

La Guardia Civil de Granada tomó ayer declaración a Van Zanten en calidad de imputada de tres delitos de homicidio por imprudencia para los que el Código Penal prevé penas de entre uno y cuatro años de prisión, así como la inhabilitación para ejercer el oficio.

Fuentes de la fiscalía aseguraron ayer que el hecho de que la guía declare como imputada y no como testigo responde al interés por protegerla jurídicamente, ya que así se le permite que no testifique en su contra.