El juez envía a la Audiencia el 'caso Turismo', pero sigue investigando si Joan Cogul se suicidó o está vivo
El culebrón judicial del caso Turismo empieza a tocar a su fin. El magistrado Francisco González Maillo acordó ayer que las diligencias se remitan a la Sección Décima de la Audiencia de Barcelona para que decida si el caso ha de juzgarse. Mientras tanto, el juez seguirá investigando si el principal acusado, Joan Cogul, se suicidó en Manila el pasado 17 de diciembre como sostiene la defensa o sigue vivo. Si se comprobase lo primero, la justicia le extinguiría la responsabilidad penal, pero si se demostrase lo segundo, Cogul sería declarado en rebeldía.
Precisamente la viuda de Cogul, la también imputada Carme Fargas, ha pedido al tribunal que ha de juzgar el caso que exculpe definitivamente a su marido, argumentando que está muerto. Pero los jueces no se han pronunciado todavía. Ahora deberán decidir, además, si juzgan el caso o se espera a que se aclare si Cogul está vivo o no.
El titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona razona que ha realizado numerosas investigaciones para comprobar "la realidad de la afirmada muerte" de Cogul, pero recuerda que hasta ahora no ha sido posible aclarar nada porque la Interpol de Manila no le enviado todavía la información que le solicitó. El juez viene a decir que él ya no puede hacer más de lo que está haciendo para esclarecer de una vez el suicidio o la simulación de la muerte de Cogul, y que su última decisión ha sido enviar una comisión rogatoria a Filipinas para que declaren las personas que dijeron haberle visto muerto y para que se le entregue a la justicia española toda la documentación policial y judicial sobre esos hechos.
El magistrado admite que desde hace meses la causa está paralizada, a la espera de que se aclare la muerte de Cogul, y que aguardar a los resultados de la comisión rogatoria no haría sino demorar el juicio. Y como no le corresponde a él decidir si el caso debe ser juzgado o no, acuerda enviarlo a la Audiencia de Barcelona porque, además, la ley le obliga a actuar así aunque un acusado no esté a disposición de la justicia. El juez recuerda que Cogul no podrá ser juzgado sin su presencia, "sea cierto o no que ha fallecido", ya que la pena total de 12 años de cárcel que pide el fiscal es superior a la que marca la ley en estos casos, pero insiste en que "tal circunstancia no debe afectar ni a la causa ni al resto de los acusados". Finalmente, el juez recuerda que todas las defensas, excepto la de Cogul, han presentado ya su escrito.
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