Una joven de 17 años muere degollada en un parque del distrito de Usera

Una joven de 17 años y de nacionalidad española, cuyo nombre corresponde a las iniciales A. M. L., fue hallada muerta ayer por la tarde por un viandante en el parque de Pradolongo (Usera). La muchacha fue degollada y presentaba además una puñalada en la espalda, según informó una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Estaba boca arriba y llevaba todos sus objetos, lo que en principio hace descartar el móvil del robo.

Pablo Santos García, de 71 años, vecino de Orcasur, estaba sobre las ocho de la tarde paseando con su perrita Yenni, por la entrada del parque, cerca de la confluencia de las calles de Rafaela Ybarra y del Parque de la Paloma. Decidió subir hacia una pequeña plaza que está tapada con arbustos y que, dentro del recinto verde, carece de salida. Al estar elevada, no se ve desde la acera quién está en su interior. "Me he llevado un susto muy grande, porque la he visto tirada en el suelo, con los brazos abiertos y en medio de un gran charco de sangre. No he querido subir porque me daba miedo", señaló Santos. Éste se dirigió hacia dos hombres que estaban a la entrada del parque. Les preguntó si alguno de ellos llevaba teléfono móvil para avisar a la policía, pero no se lo dejaron. Tuvo que ir a un centro de minusválidos cercano, de ANDE, cuya recepcionisra avisó al 091. Un coche patrulla de la comisaría de Usera-Villaverde llegó rápidamente.

"La chica iba con un pantalón vaquero, una blusa roja y con una especie de cazadora. Estaba caída junto a unos bancos", añadió el testigo. La zona fue acordonada hasta la llegada del juez de instrucción número 23 y de los agentes del Grupo VI de Homicidios.Las primeras investigaciones han revelado que la menor intentó defenderse, ya que tenía heridas y cortes en las manos. Además, presentaba un pequeño corte en la barbilla y había algún mechón de pelo de la víctima en el banco cercano. En la zona de arena que hay junto al cadáver podían apreciarse huellas de una pelea, y el cadáver había perdido una de las zapatillas deportivas, que estaba junto a ella, según fuentes de la investigación. El paraguas estaba junto a la fallecida. "Yo la he visto de cerca cuando he subido con otros cuatro señores, antes de que llegara la policía. Y no me suena la cara de esa chica de nada", añadió Santos.

La inspección del cadáver permitió descubrir que presentaba dos cortes profundos en el cuello, además de una puñalada en la espalda. La menor había muerto, según las primeras hipótesis, unas dos horas antes de ser descubierta. Estaba pálida y parte de la sangre ya había coagulado. Los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil sólo pudieron certificar el fallecimiento. "Ni siquiera hemos tocado el cadáver, ya que no había ninguna posibilidad de iniciar maniobras de reanimación. La muerte pudo producirse muy rápidamente porque ha afectado a vasos sanguíneos muy importantes", según José Antonio Jiménez Fraile, jefe de guardia del Samur.

La policía no tiene aún ninguna hipótesis del móvil del crimen. Descarta en principio que la víctima sufriera un robo, ya que conservaba el telefóno móvil, los pendientes y una sortija, entre otros efectos personales. La agresión sexual también resulta poco probable porque la víctima no tenía desgarros en la ropa. Un dato fundamental en las pesquisas serán las llamadas registradas en las últimas horas en el teléfono móvil.

Ataque de nervios

Una amiga de la muchacha se presentó en el lugar sobre las 21.00 y sufrió un ataque de nervios al conocer la muerte de A. M. L. Fue introducida en un coche patrulla y trasladada a la Brigada Judicial para que prestara declaración. Los agentes registraron, sin éxito, las papeleras y los alrededores del lugar del crimen en busca del arma usada en el asesinato. Según fuentes policiales, la zona donde fue hallada la menor es frecuentada por toxicómanos y suele ser un foco de conflictos. Algunos vecinos aseguraron que con relativa frecuencia se producen atracos y tirones.

La muerte de A. M. L. eleva a 23 los homicidios registrados en la región en lo que va de año, frente a los 45 que se habían producido en el mismo periodo en el año pasado. El 14 de julio de 2002, un colombiano de 39 años fue asesinado a unos 400 metros de donde ayer fue hallada muerta la menor. El hombre, que acababa de jugar un partido de fútbol, fue atacado poco antes de las 23.00. Recibió un tiro en una sien. Quedó recostado, ya sin vida, en un banco público junto al parque de Pradolongo.