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FÓRUM 2004

El primer diálogo alerta del peligro de tratar la cultura sólo como industria

El encuentro inaugura el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona

En el primer diálogo del Fórum, que se celebró ayer en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB), se alertó del peligro de que la cultura quede reducida a un simple motor de desarrollo económico. La frase la dijo Robert Palmer, reconocido asesor cultural, quien pronunció la conferencia inaugural del diálogo Interacció'04, un encuentro que la Diputación de Barcelona organiza cada dos años. Unas 700 personas, entre gestores culturales y políticos, de 30 países distintos estrenaron el CCIB para debatir sobre el papel de la cultura.

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La reflexión de Palmer incidió de pleno en una de las principales críticas que desde varios sectores se vienen vertiendo sobre el Fórum -que oficialmente abrirá sus puertas el próximo domingo-: que su celebración ha sido la excusa para llevar a cabo un importante proyecto de reforma urbanística en Barcelona.

En su conferencia, Palmer, que entre otros organismos asesora a la Comisión Europea y al Consejo de Europa, trazó una cronología en el tiempo de lo que ha sido y es la planificación cultural. En la década de 1950 y 1960, la máxima era "el arte por el arte", dijo Palmer. "En aquella época no se pedía a los artistas que contribuyeran al desarrollo de la sociedad porque no se había inventado el concepto de economía cultural", matizó. Más avanzada la década de los sesenta y con el giro político a la izquierda en muchos países europeos, la cultura empezó a vincularse a los movimientos medioambientales, feministas y de reivindicación homosexual. A partir de 1975 es cuando se produce el verdadero cambio que hará que "el arte sea valorado por su importancia económica". "Es cuando los políticos hablan de cultura como inversión y como herramienta al servicio del desarrollo económico". Y a partir de los años ochenta aparece el concepto de arte vinculado a la regeneración urbana, concepto que hoy prevalece y que preocupa a Palmer. El prestigioso asesor cultural dijo ayer en el primero de los 49 diálogos del Fórum que la planificación cultural no se puede desligar de la planificación económica, social y medioambiental.

En las sesiones de hoy y mañana de Interacció, cuya primera edición se celebró en 1984, se debatirá sobre la Agenda 21 de la Cultura, un texto que quiere ser el instrumento-guía de las políticas culturales realizadas desde las ciudades. El documento se aprobará dentro del IV Foro de Autoridades Locales de Porto Alegre (FAL), que se celebrará por primera vez en la capital catalana los próximos viernes y sábado. Mañana se llevará a cabo un acto de homenaje a Eduard Delgado, impulsor de Interacció, que falleció a principios de este año.

Durante la inauguración del diálogo, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell, habló de "la necesidad de poner la cultura en el centro del desarrollo de las ciudades". Por la tarde, en otra de las conferencias plenarias, el francés Patrick Viveret, asesor del Tribunal de Cuentas francés y director del estudio encargado por Lionel Jospin Los nuevos factores de la

riqueza, intentó explicar a los asistentes lo que significa el concepto de "riqueza social". Viveret criticó que en las sociedades actuales sólo se tienen en cuenta los valores que se pueden cuantificar y que aportan un claro valor económico. "Hay actividades vitales en el ámbito ecológico, doméstico, social, cívico y cultural que simplemente no cuentan", dijo.

Viveret puso como ejemplo el caso de las amas de casa: "La mitad de las actividades domésticas son servicios que se ofrecen a la sociedad y que deberían ser remunerados". También comentó las paradojas que esconden las catástrofes naturales. "Un vertido de petróleo al mar se contabiliza positivamente en nuestros estados de cuentas porque genera actividad económica", dijo, "pero el trabajo de los voluntarios resta porque si ellos no trabajaran gratuitamente se generaría actividad económica porque sería necesario contratar a gente para que hiciera su trabajo".

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