Robredo culmina la mejor semana de su vida

El final fue feliz esta vez. Tommy Robredo jugó un gran tenis durante toda la semana y acabó culminándola con el título del Open Seat Godó, el mejor de su carrera. El de Hostalric superó ayer en la final al argentino Gastón Gaudio, campeón en 2002, por 6-3, 4-6, 6-2, 3-6, 6-3 en 3 horas y 46 minutos, en uno de los mejores partidos que se han visto en el RCT Barcelona en los últimos años.

"Es mi mejor título", afirmó Robredo, que hasta ahora había ganado sólo el torneo de Sopot en Polonia, también en tierra batida. "Ha sido una semana fantástica para mi, en la que he podido celebrar mi 22º cumpleaños [el sábado] y hoy el día de la madre. Era la primera vez que llegaba a las semifinales del Godó y lo he ganado. Me parece increíble. Pero creo también que es el mejor premio al duro trabajo que hemos estado realizando con mi nuevo entrenador, Mariano Monachesi, y con el prepador físico, Sam. Nos hacía falta un resultado como éste".

Robredo levantó los brazos hacia el cielo cuando él último drive de Gaudio se estrelló en la red, miró hacia lo más alto de la grada y lanzó un beso hacia allí. Era el lugar que ocupaba su madre, sus familiares y un grupo de amigos, que le estuvieron sosteniendo todo el partido. Su ayuda resultó crucial, puesto que el jugador catalán, que reside en Olot, pasó por algunos momentos de extrema dificultad, sobre todo en la quinta manga, cuando tuvo que afrontar bolas de break en sus tres primeros servicios. Sin embargo, fue él quien logró la única rotura en su única oportunidad y se colocó con 4-2.

Ya entonces, Robredo había tenido que pedir asistencia médica para resolver un problema en su pierna izquierda. Y cuando el partido volvía a complicársele, justo cuando con 5-3 afrontaba dos puntos de rotura -15-40-, lo paró de nuevo para reclamar al fisioterapeuta, esta vez para un calambre en la pierna derecha. "Me estaba cayendo, me enganchaba", reconoció Robredo. "Tenía principios de calambres y debía resolverlos de inmediato".

Fue un acierto para él, pero una mala jugada para Gaudio, que pareció enfriarse, falló los próximos cuatro puntos y perdió el partido. "Me molestó porque me distrajo", señaló el argentino. "Quedará la duda de lo decisivo que fue. Pero Tommy mereció ganar. Nunca me dio un respiro".