El presidente de Telefónica pide al Gobierno una nueva regulación más flexible
Sindicatos minoritarios increpan a Alierta durante la junta de accionistas por el ajuste laboral
El presidente del Grupo Telefónica, César Alierta, aprovechó la junta general de accionistas para pedir al nuevo Gobierno una regulación más flexible que "no sea un freno, sino un impulsor" de la sociedad de la información. También se ofreció para colaborar con la nueva Administración: "Telefónica siempre será aliado estratégico de los Gobiernos de los países donde opera". La junta fue aprovechada por sindicatos minoritarios para protestar sonoramente contra la última regulación de empleo, pactada con las centrales mayoritarias (CC OO y UGT), que se desmarcaron de la protesta.
La junta general de accionistas de Telefónica, que se celebró ayer en Madrid, tuvo dos caras. La institucional, marcada por el discurso del presidente, César Alierta, que no deparó grandes sorpresas, y la laboral, protagonizada por la protesta de los sindicatos minoritarios y el desmarque de los mayoritarios.
De la primera, lo más destacable fue la petición de Alierta al nuevo Gobierno para que ponga en marcha "medidas institucionales" que permitan el pleno desarrollo del sector: "En este sentido es importante señalar que la regulación no debe convertirse en un freno, sino en impulsor del desarrollo de la Sociedad de la Información".
En el fondo de esta petición late el descontento de Telefónica con una regulación que, en su opinión, prima en exceso a los competidores en materias como la captación de clientes, la financiación del servicio universal, que costea en solitario el ex monopolio, o el marco tarifario, que continúa fijando el regulador mientras los rivales disfrutan de libertad de precios.
Alierta, que accedió a la presidencia de Telefónica con el apoyo del Gobierno del PP, se mostró abierto a colaborar con el nuevo Gobierno. "Telefónica siempre será aliado estratégico de los Gobiernos en los países en los que tenemos presencia, para colaborar con ellos en la tarea común de fortalecer sus economías a través del uso adecuado de las tecnologías de la información en todos los ámbitos del sistema económico y social", afirmó.
El resto del discurso de Alierta fue un repaso del balance del grupo en el último año, y la defensa de una gestión basada en la generación de caja y el crecimiento con operaciones modestas (la compra de los activos BellSouth en Latinoamérica o la de Pegaso en México), frente al aventurismo de otras épocas basadas en grandes adquisiciones que han resultado ruinosas (Lycos, Endemol o las licencias de UMTS).
El tranquilo discurrir de la junta se vio interrumpido cuando Alierta se refirió al expediente de regulación de empleo que supondrá la salida de 15.000 trabajadores hasta 2007, y que ha sido acordado con los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT. En ese momento, alrededor de un centenar de representantes de los sindicatos minoritarios, trabajadores de Sintel, antigua filial de Telefónica, y accionistas particulares comenzaron una ruidosa protesta, con gritos y silbidos, que impidió al resto de los accionistas escuchar el discurso de Alierta.
Los manifestantes, pertenecientes a los sindicatos Confederación General del Trabajo (CGT), Alternativa Sindical de Trabajadores (AST), Sindicato de Comisiones de Base (COBAS), y al vasco ESK, profirieron gritos como "Alierta dimisión", "Mentiroso", y "Explotadores de los trabajadores".
Los sindicatos mayoritarios, cuyos máximos representantes posaron con Alierta tras la junta, se desmarcaron de la protestas por entender que la junta, que se prolongó más de cinco horas, no es el escenario adecuado para exponer reivindicaciones laborales, ya que existen cauces abiertos de diálogo con la dirección. No obstante, ambos sindicatos precisaron en un comunicado conjunto que el hecho de que no intervengan en la junta "no significa" que no tengan "opinión ni criterio", sino que no necesitan de "altavoces" para solucionar sus problemas. UGT y CC OO, que cuentan con una representación del 39,19% y el 29,92% en la filial de telefonía fija en España, respectivamente; CGT posee el 11%, y AST, el 7,4%.
La junta, en la que hubo 24 intervenciones de accionistas,aprobó la política de retribución al accionista diseñada por la compañía para 2004, consistente en la distribución de un dividendo de 0,40 euros por acción y en la recompra de acciones hasta un 5% del capital social. El dividendo se hará efectivo en dos plazos mediante el pago de 0,20 euros, el próximo 14 de mayo y el 12 de noviembre.
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