La Universidad rinde un homenaje al historiador Josep Fontana

Hace dos cursos, Josep Fontana (Barcelona, 1931) se jubiló como profesor universitario. Ya entonces, un equipo de historiadores se pusieron en marcha para preparar la edición de un libro de homenaje a su magisterio. El resultado es Josep Fontana. Historia y proyecto social, una coedición de la editorial Crítica con varias universidades y entidades, de cuyos tres volúmenes sólo se pondrá a la venta el que recoge unas jornadas sobre su obra celebradas en junio de 2002 en el Institut Universitari d'Història Jaume Vicens Vives de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

Autor de las obras de referencia La quiebra de la monarquía absoluta y La fi de l'antic règim i la industrialització, 1787-1868 (dentro de la Història de Catalunya dirigida por Pierre Vilar), Josep Fontana asistió ayer entre complacido y ligeramente incomodado por el pudor a un acto de homenaje que se le rindió en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el centro académico donde impartió clases durante 20 cursos y en diversas etapas, y que convirtió en pionero en la introducción de los estudios de historia económica.

Los tres volúmenes de homenaje suman más de 2.000 páginas e incluyen artículos de más de 140 historiadores sobre cuestiones suscitadas por el magisterio y la bibliografía del historiador. Jordi Nadal escribe en la introducción de uno de los volúmenes: "[Fontana] es, sin discusión, el historiador más destacado y más completo, a mucha distancia del resto, de quienes trabajamos en la península Ibérica y América Latina".

"Funeral en vida"

"Ante esto, uno no puede por más que estar agradecido", afirmó Fontana al final del acto. "En función del peso de los tres volúmenes, digamos que el agradecimiento es mucho. Aunque el hecho de tener que participar en un homenaje rodeado de tanta gente se parece a escuchar el propio funeral en vida", continuó irónico. Antes tomaron la palabra el director del departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la UAB, Francesc Espinet; el catedrático de la UAB Borja de Riquer; el director del Institut Vicens Vives, Jaume Torras, y el editor de Crítica, Gonzalo Pontón. El catedrático de la UPF Joaquim Albareda mandó unas palabras para ser leídas.

Riquer repasó la trayectoria de Fontana en la UAB. "Eras de los profesores que crean adicción", le dijo. Recordó las dificultades por las que pasó el historiador en sus inicios en la universidad bajo el franquismo, una época de enfrentamientos ideológicos, y su influencia en la configuración del departamento de Historia.

Torras, sucesor de Fontana en el instituto de la UPF, destacó la transcendencia de una obra como La quiebra de la monarquía absoluta, de 1971, que "dejó obsoleta la historiografía preexistente" y representó " una interpelación al gremio de historiadores sobre el propio oficio". Torras destacó la "hostilidad" de Fontana "a la pasteurización del material histórico" y la capacidad de sus textos "de pellizcar a los lectores", algo que forma parte de su "compromiso cívico".