La ponencia congresual del PSC reclama para el partido la coordinación de las políticas de gobierno

Lejos de diluirse una vez alcanzado el Gobierno de la Generalitat y recuperado el Gobierno central, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) aspira a "fortalecerse" para ser el "elemento de cohesión y coordinación" de las políticas de los socialistas "en las distintas instancias de gobierno". Así se sostiene en la ponencia marco que el PSC discutirá en su décimo congreso, a finales de julio, un documento que ratifica la apuesta por el tripartito en Cataluña y asume gran parte de su programa de gobierno.

Sonadas fueron en el pasado las advertencias de Felipe González a su partido de que el Gobierno se dirigía desde La Moncloa y no desde Ferraz, donde el PSOE tiene su sede central. José Luis Rodríguez Zapatero fue más contemporizador tras su triunfo el 14-M: "Voy a gobernar para todos los ciudadanos, pero con y junto al partido", explicó en el comité federal del PSOE. El PSC, que no había gobernado nunca en Cataluña, afronta ahora un debate similar. Las relaciones entre Pasqual Maragall y su partido no han sido históricamente nada fáciles y el hoy presidente de la Generalitat se ha sentido siempre más cómodo con plataformas del estilo de Ciutadans pel Canvi que con formaciones tradicionales.

Con todo, en los últimos meses las divergencias orgánicas y sobre el modelo de partido en el PSC han pasado a un segundo plano ante la necesidad de aunar todos los esfuerzos para tratar de superar la asignatura pendiente del partido, hoy ya aprobada gracias al pacto tripartito: gobernar la Generalitat. Pero ahora, una vez alcanzado este objetivo, la vieja pregunta -¿qué papel debe desempeñar el partido en las políticas de gobierno?- reaparece.

El documento marco que el sábado aprobó el consejo nacional del PSC y que debatirá el congreso del partido, responde la pregunta de forma rotunda y clara: el texto no sólo apuesta por que el PSC sea, "más que nunca, un partido fuerte, moderno y eficaz", sino que reclama también un papel en la definición de las políticas de gobierno.

El partido, se escribe en el documento, debe ser "el elemento de cohesión y coordinación de las políticas que los socialistas llevamos a cabo desde las distintas instancias de gobierno". Y se añade: "Ahora, sin abandonar nuestros retos de gobierno, tenemos que mejorar y trabajar para un partido fuerte, un instrumento político transformador, diseñador de políticas y estrategias y coordinador de su aplicación en la acción institucional y social".

Éste va a ser uno de los ejes del debate congresual, según explica el portavoz del PSC, Miquel Iceta, en la última entrega de su diario en Internet (www. terra.es/personal3/miquel_iceta/ portaveu.htm): el reto es, a juicio de Iceta, "asegurar el papel dirigente del partido; es decir, su capacidad de preservar la coherencia de su proyecto político, puesta a prueba, entre otras cuestiones, por la responsabilidad de desarrollarlo en diversos niveles de gobierno".

El documento marco que debatirá el PSC asume como propia buena parte del programa tripartito del Gobierno de la Generalitat y llama a reforzar el polo socialista del Ejecutivo. El texto pide "anteponer las personas a las patrias", apuesta por la "equidad" y se expresa en términos muy duros contra el "ultraliberalismo" del PP: "Más que neoliberal [este modelo] debería llamarse, sin ambages, de primaria explotación capitalista".