_
_
_
_
Crítica:LAS VENTAS | LA LIDIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Complicada y seria novillada

No fue nada fácil torear ayer, domingo, en Las Ventas. El aire molestó cuanto pudo, y los novillos de Palomo Linares, procedencia de Santa Coloma y Graciliano, requerían firmeza, técnica y mucho oficio en el arte de lidiar.

La terna puso voluntad, quiso mucho y no se les puede reprochar no estar en novillero, y más cuando el elemento toro no da facilidades. Claro está que los bureles de Palomo eran por edad novillos, mas por comportamiento, ideas e ideales, toros con toda la barba.

Fue David Mora el que estuvo más entregado, más en novillero, que decíamos, y al final se dio una vuelta al ruedo, como regalo a sus ganas, valor y también miaja de temeridad. En su primero, con un punto de temperamento y que metía la cara, pero había que mandar y poder, realizó un trasteo irregular, de series cortas, con algún muletazo de trazo estimable. Fue arrollado al caer en la cara del novillo mediada la faena, a la salida de un derechazo, y salió magullado y con un fuerte golpe en la cara. En su segundo, que embestía, mas tenía su aquel de guasa, dio muletazos de buen trazo, sin ligar, y fue prendido por la chaquetilla y zarandeado de manera angustiosa. No se arrugó y volvió a muletear con arrojo, para rematar con una buena estocada por arriba en la que puso corazón y ambición.

Linares/Cortés, Mora, Arqueño

Nolvillos de Palomo Linares, serios, bien presentados; mansos de juego desigual y complicado; 2º y 4º encastadillos, 6º peligroso. Salvador Cortés: silencio; aviso y silencio. David Mora: aviso y silencio; aviso y vuelta. El Arqueño, nuevo en la plaza: aviso y silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 18 de abril. Un quinto de entrada.

Salvador Cortés luchó en su primero con el viento y las dificultades del novillo, y en su segundo hizo un esfuerzo meritorio, y se cobró, en los úlltimos compases de la faena, algunos derechazos limpios y templados. Y Manuel Barea, El Arqueño, que se presentaba en Madrid, a su primero, un marmolillo, le robó, a mano armada con muleta y espada, un par de naturales esforzados de buen corte. Y en el sexto pasó muchas fatigas para quitarse de encima al como pregonado burel que, por momentos, iba aprendiendo latín, arameo y trigonometría sin apenas molestarse.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_