Gerard: "Dani es un provocador"

Una acción nimia provocó efectos devastadores sobre el desarrollo del partido. Fue "un empujón con las manos al cuerpo de un adversario de forma desproporcionada", según la describió en su acta arbitral el colegiado Vicente Lizondo Cortés. Tras consultar con el línier, el árbitro decidió que el pequeño contacto con el que Víctor Valdés trató de apartar al bético Dani de encima de Reiziger, merecía ser castigado con penalti y expulsión. Transcurría el minuto 32. Una vez más, fue la parte zascandil del fútbol la que más se vio porque, a la salida de ese saque de esquina, Dani fingió el penalti con una más de sus acrobáticas caídas. Era la tercera vez que intentaba engañar al árbitro con sus gestos exagerados. Lo consiguió.

A partir de ese momento, todo quedó condicionado porque el Barcelona tuvo que jugar con 10 hombres, según el análisis de Frank Rijkaard. "Creo que todo nuestro juego ha quedado condicionado por esta circunstancia", manifestó el entrenador del Barcelona. "Pero el equipo supo sufrir. Mis jugadores lo han dado todo en el campo y han creado varias ocasiones".

Rijkaard anunció que hablará con Víctor Valdés para que las circunstancias que produjeron su expulsión no vuelvan a repetirse. "Ahora no es el momento", señaló. "Pero hablaremos. Es un portero joven, con mucha bravura, que lo ha hecho muy bien hasta ahora. Pero llega un momento en que hay que aprender. Y si él es capaz de asimilar las cosas, pueden convertirse en muy positivas para su futuro". El Barcelona, casi con toda probabilidad, recurrirá la tarjeta roja que le mostraron a Víctor Valdés.

"A Dani ya le conocemos todos, Siempre está provocando y buscando las cosquillas y le ha salido bien tal vez porque al línier le ha podido la presión", comentó Gerard. "Tiene esta forma de jugar. Se le cogen manías. Algún día alguien le enganchará y le hará daño".

El delantero bético se está creando muchos enemigos en casi todos los campos de España. No le olvidan en San Sebastián por engañar al árbitro, en el encuentro de la temporada pasada en Sevilla y conseguir un penalti inexistente en el descuento. Se la guardan en Valencia por una expulsión de Ayala, también el curso pasado. Tras una entrada del argentino llegó a ponerse un collarín, que se retiró en el segundo tiempo. Ahora tampoco le apreciarán en Barcelona y, de hecho, ya durante el partido de ayer recibió una dura entrada por la que Márquez fue amonestado.