La 'web' del diablo y el exorcista

"Para invocar al demonio no hace falta Internet. El demonio actúa de forma directa en muy pocas ocasiones. En todo caso, puede llegar a través de la tentación. Hay gente que ve al demonio por todas partes y, sin embargo, no hay una legión de posesos. Los que nos dedicamos a estos temas sabemos que en muy pocas ocasiones se encuentran casos que no se puedan explicar de alguna manera", dice José Antonio Fortea (Barbastro, Huesca, 1968), párroco de Villalbilla, Madrid.

En agosto de 2003, el padre Fortea comenzó a publicar en Internet Posesión y exorcismo. En seis meses, la página ha recibido alrededor de 22.000 visitas.

"Internet no es bueno ni malo. En Internet se pueden leer sermones, conseguir oraciones, conocer la vida de los santos. El problema es que la Red ha provocado que lo peor pueda entrar en cualquier casa. A través de Internet se puede estudiar más o cultivar las artes, pero a los seres humanos nos resulta más fácil inclinarnos a las pasiones".

A su juicio, "para un niño es muy fácil, sin salir de casa, acceder a alegatos pro satánicos o aprender cómo hacer hechizos y brujería. Ha pasado y pasa. Un chico de 12 años es difícil que fabrique una bomba; pero, en el mundo de lo oculto, los cristianos sabemos que si se invoca al demonio, viene. Pero si se llama a Dios, Él escucha".

Fortea pensó que su página podía resultar útil a otros sacerdotes. "De informática no sé nada. Lo que sí hice fue el diseño. Mi primer objetivo fue que cuando se le presenta un caso a un sacerdote de la selva del Amazonas o del centro de África y no sabe qué hacer, pueda encontrar información".

Después, se dio cuenta de que también podía ser útil para los teólogos que están interesados en las posesiones diabólicas. "Aunque la página es católica, participa gente de la iglesia ortodoxa. En la parte de psiquiatría se encuentran textos que son contrarios a la posición de la iglesia porque lo que nos importa es profundizar en la verdad".

Fortea comenta con modestia que su página se mantiene gracias a la colaboración de muchas personas: "Cuatro informáticos, traductores, una persona que contesta el correo y varios sacerdotes y psiquiatras que colaboran en los contenido. Parece increíble, pero una página que no vende nada dispone de servidor propio".

"Nos dirigimos a cuatro tipos de público. Por un lado, la gente en general que quiere saber más y las personas que creen que están afectadas. Muchas personas acuden a su párroco y éste no les sabe responder. La iglesia mantiene una postura oficial, pero hay gente en el primer nivel que sigue sin leer el catecismo".

La página ofrece escritos teológicos y es un punto de encuentro de exorcistas al que acceden con contraseña. "En el apartado para los psiquiatras se trata de analizar los casos de personas que llegan a sus divanes convencidos de que están posesos. En el 90% de las ocasiones se trata de esquizofrenia o de disociación de la personalidad. En muy pocos casos, el psiquiatra no sabe qué es lo que tiene su paciente y puede consultarlo en la página".

En la página se pueden escuchar sermones de Fortea. "Creo que es una forma de hacer apostolado. Son sermones grabados en mi parroquia. Predico todos los días del año y no hablo siempre del demonio". El sacerdote asegura que el "espiritismo puede ser causa de posesión. Es uno de los temas que más se debate en los foros". Otro, "cómo actúa el demonio en nuestro tiempo".

Define el exorcismo como "una oración que tiene la iglesia para expulsar al demonio de las personas que están posesas". Asegura que en España sólo hay cuatro exorcistas. "Yo soy demonólogo, que es el teólogo especializado en el demonio. Todos los sacerdotes pueden hacer exorcismos, pero pocos son escogidos para hacerlos. Y, entre ellos, todavía menos son demonólogos".

Los exorcismos

Explica que ha intervenido en varios exorcismos. En uno de ellos, "una niña fue internada en un hospital porque estaba en un estado de pánico. Tras una semana, dijeron a los padres que no sabían qué podía ser. Llamaron al capellán del hospital y éste me llamo a mí. Le pregunté en latín su nombre y la niña tradujo la pregunta a su madre. Los padres no eran muy religiosos. La niña no estaba ni bautizada. La llevamos a la iglesia, oramos y se terminó el problema".

Fortea explica qué hay que hacer, cuando se detecta una posesión. "Lo explicamos en Internet. Lo que hay que hacer es ir al obispado. Si en la diócesis no hay ningún especialista se debe preguntar por la diócesis más cercana donde haya uno. Todas las posesiones diabólicas tienen solución. A veces basta con media hora de oración. La gente cree que sólo hay casos en zonas rurales, pero se practican exorcismos con éxito en las urbes más importantes del mundo".